La justicia federal detuvo a Julieta Bonanno, la abogada que se encontraba reunida el lunes por la noche en el departamento del barrio de Belgrano con su cliente, un hombre de nacionalidad mexicana, y su hijo colombiano, quienes fueron asesinados en un supuesto ajuste de cuentas narco. Un video, las contradicciones en el relato y el hecho de haber sobrevivido para convertirse en la única testigo del hecho, llevó a los investigadores a poner la lupa sobre la letrada de 29 años que fue detenida en su casa de la localidad bonaerense de Ituzaingó, sospechada de haber actuado como entregadora para que se cometiera el doble crimen.

La abogada fue apresada alrededor de las 5 de la mañana de ayer en su domicilio de la calle Esperanza al 1700, en el oeste del conurbano bonaerense, por personal de la División Homicidios y de Drogas Peligrosas de la Policía Federal (PFA).

El lunes por la noche, Bonanno se había reunido con su cliente, el mexicano Rodrigo Alexander Naged Ramírez, de 59 años, quien estaba procesado en la causa Bobinas Blancas (en la que el año pasado se secuestraron dos toneladas de cocaína ocultas en bobinas de acero listas para ser enviadas a Europa), y cumplía prisión domiciliaria tras haber sufrido un ACV. Del encuentro, en el décimo piso del edificio de la avenida Cabildo 2659, también participaba John Naged, el hijo de 30 años de Ramírez, que estaba al cuidado de su padre. 

Según declaró la letrada, al finalizar la reunión, cuando se retiraba de la vivienda, un hombre armado apareció en el palier del edificio y bajo amenaza los hizo reingresar al departamento. Luego, obligó a la mujer a  maniatar a las víctimas y la encerró a ella en el lavadero, tras lo cual ella oyó disparos y pidió auxilio por la ventana. En la escena del crimen, la policía secuestró tres vainas servidas y un cuchillo ensangrentado que ayer era analizado para intentar establecer si la sangre pertenece al asesino o a las víctimas.

Sin embargo, para los investigadores el relato de la mujer hace agua. ¿Por qué un asesino, que mata a dos personas, dejaría vivo a un testigo que lo puede identificar? Además, el análisis de una serie de videos, entre ellos el de la entrada al edificio de la avenida Cabildo, generaron más dudas sobre el testimonio de la abogada.

La filmación de la cámara que apunta a la puerta del edificio, es la que más levantó las sospechas de la justicia, ya que se ve cuando Bonanno toca el timbre a las 21.40 y pocos segundos después se acerca quien sería el asesino. Un joven vestido con jean y un buzo con capucha que se para detrás de la abogada, fingiendo ser un vecino que se había olvidado las llaves. Durante tres minutos, los que demoró en bajar a abrir la puerta el hijo de Naged Ramírez, a la abogada se la ve parada sin mirar en ningún momento hacia atrás para ver quién está detrás de ella, mientras el hombre encapuchado, el supuesto vecino, permanece sin ingresar al edificio, aunque en ese lapso la grabación registra a otras personas ingresando.

Fuentes cercanas a la investigación dejaron trascender, además, que el juez de la causa cuenta con otro video en el que se ve a la abogada conversando con un hombre con características similares a las del supuesto asesino.

Si bien el doble crimen ocurrió en la Capital Federal y comenzó siendo investigado por el fiscal Anselmo Castelli y el juez Alejandro Litvak del fuero Criminal y Correccional porteño, ante las evidencias de que podía haber relación con la causa Bobinas Blancas, declinaron la competencia en el juez federal de Campana a cargo de dicha investigación, González Charvay, quien ordenó ayer la detención de la letrada.

Luego de ser detenida, la abogada fue trasladada bajo un fuerte operativo de seguridad hacia la sede de Drogas Peligrosas de la PFA, a la espera de que el juez González Charvay le tome declaración. Además, durante el allanamiento a la vivienda de la mujer, la policía secuestró computadoras y cajas con documentación, en busca de materiales que puedan conectar a la abogada con el doble crimen.

Según fuentes judiciales, Bonanno, tiene causas abiertas en el Departamento Judicial de Morón, donde fue denunciada por venta de influencias, oferta de contactos judiciales y libertades que no fueron tales a cambio de dinero.

La operación bautizada Bobinas Blancas, fue un operativo simultáneo en varias ciudades del país, que en junio del año pasado detuvo a 17 personas, y en el que se halló una tonelada y media de cocaína distribuida en 1708 panes dentro de ocho bobinas que deberían contener acero, en un depósito de Bahía Blanca. Y otros 500 kilos que fueron encontrados en un cargamento de piedras preciosas en un depósito de la mendocina ciudad de Luján de Cuyo. Las dos toneladas fueron valuadas en 60 millones de dólares.