La organización Human Rights Watch (HRW), un prestigioso observatorio de derechos humanos de origen estadounidense, denunció que en Israel "abundan" las indicaciones de jefes policiales y militares para que sus subalternos "disparen a matar" contra los palestinos sospechosos de haber atacado a israelíes. Esto incluso en casos que no suponen ninguna amenaza para la seguridad. En la misma línea, altos funcionarios del gobierno de Benjamin Netanyahu avalan la exaltación "del uso excesivo e ilegal de la fuerza".

La organización de derechos humanos presentó un registro de de intentar apuñalar, atropellar o disparar contra israelíes.  El registro dice que estas directivas se acentuaron desde el recrudecimiento de los ataques contra civiles israelíes, en su mayoría con arma blanca, que causaron 33 muertos desde octubre de 2015.

"El Gobierno israelí debería publicar directivas claras para usar la fuerza de acuerdo con la ley internacional", advirtió HRW e insistió con que, por el contrario, documentó "numerosas" declaraciones de ministros y políticos "instando a las fuerzas de seguridad a disparar a matar ilegalmente".

La organización le recordó al Ejecutivo liderado por Netanyahu que la legislación internacional sobre derechos humanos limita el uso de la fuerza letal "a circunstancias en las que es estrictamente necesario para proteger la vida y en las que ninguna otra opción es viable", mientras que la ley israelí solo permite disparar al torso o cabeza cuando sea necesario para impedir un riesgo a la vida o heridas graves. 

Uno de los casos mencionados por HRW fue el del comandante de distrito de la Policía de Jerusalén, Moshe Edri, que aseguró después de que fue abatido un sospechoso palestino de 16 años: "En menos de un minuto y medio el atacante fue matado. A cualquiera que apuñale a judíos o dañe a gente inocente hay que matarlo".  

Otro involucra al ministro de Seguridad Pública, Guilad Erdan, quien declaró: "Si un terrorista tiene un cuchillo o un destornillador en la mano, debes disparar a matar sin pensarlo dos veces" y "cualquier atacante que quiera hacer daño debe saber que es probable que no sobreviva al ataque".   

Entre las declaraciones de políticos y militares incentivando los asesinatos extrajudiciales, HRW también rescató declaraciones del ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, quien opinó que "ningún atacante, hombre o mujer, debería salir vivo de un ataque".

El informe incorpora las advertencias del propio jefe del Estado Mayor, Gadi Eizenkot,  quien señaló que "un soldado solo puede quitar el seguro de su arma si hay una amenaza para él o sus compañeros soldados (...) No quiero un soldado que vacíe su cargador contra una niña con tijeras".