La xenófoba Liga se llevó votos del centroderecha, mientras el Movimiento Cinco Estrellas sufrió un freno y el Partido Democrático (PD) perdió en ciudades importantes en las elecciones municipales de Italia. “Fueron reconocidos los primeros días de ministro”, dijo el titular de Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini. El también vicepremier calificó de “extraordinarios” los resultados, tras jugar la carta del tema de la migración. La afirmación podría pesar en el equilibrio de la alianza lograda para formar el gobierno con el M5S. La Liga ganó en el noroeste del país, quedándose con Treviso y Vicenza, en los comicios celebrados en más de 700 comunas donde en verdad ganó la abstención, con el 40 por ciento. Uno de los casos más notables es Pisa, tradicionalmente progresista donde el alcalde Michele Conti va a segunda vuelta con el centroderecha de Andrea Serfogli. El Instituto Cattaneo certificó el crecimiento del centroderecha con los votos de la Liga, la capacidad en conjunto del PD y los aliados y las dificultades locales del M5S. El PD perdió algunas ciudades importantes como Catania y Terni, pero conquistó Brescia. La abstención entre los seguidores del M5S del ministro y líder Luigi Di Maio alcanzó el 50 por ciento. Una posible lectura es la “desilusión” del contrato firmado con la Liga en el gobierno y su postura durísima hacia los migrantes. Los “grillinos” pagan no solo la crónica carencia de cuadros a nivel local sino también un Di Maio obligado a seguir la política ultra de Salvini. Frente al ascenso de los candidatos de Salvini, la centroizquierda afirmó que el PD “no está muerto”, en palabras del ex premier Paolo Gentiloni. El secretario temporal del PD, Maurizio Martina, habló de “resultados alentadores para una nueva estación”. La ronda electoral marcó el retorno del exministro de Berlusconi Claudio Scajola en Imperia, donde fue el más votado.