El consumo de energía industrial en Santa Fe cayó 21 por ciento interanual en marzo, consumiendo una cantidad de Mwh inferior al promedio del primer semestre de pandemia, cuando regían las medidas de aislamiento preventivo. Así lo arroja un informe del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), en el que también se advierte una caída del 12,8% en el consumo residencial en ese mismo período. Los registros de marzo coinciden con el freno dispuesto por algunos establecimientos emblemáticos en territorio provincial, específicamente en Rosario y alrededores.

Un claro reflejo de la crisis que atraviesa la industria argentina es la fuerte caída de la demanda energética que viene registrando el sector. De acuerdo a los datos que dio a conocer el Ceso, el consumo eléctrico de industrias y grandes comercios en territorio provincial cayó un 21,2% interanual en el tercer mes de este 2024 respecto a marzo del año pasado. Para encontrar una nivel de consumo similar hay que remontarse al primer semestre de pandemia. Al mismo tiempo, la caída del consumo eléctrico se vio en los domicilios particulares ya que se observa una baja del 12,8% en ese mismo período.

“Estos datos ratifican el fuerte golpe que significó para la matriz productiva el aumento de tarifas dispuesto por el gobierno nacional y que se implementó desde febrero para comercios e industrias. También pone en evidencia la caída en el consumo interno y su consecuente impacto en la actividad”, señalaron desde el centro de estudios.

Vale recordar que en marzo los pequeños comercios e industrias de la ciudad y la región comenzaron a recibir las primeras tarifas de luz sin subsidio nacional y reportaron incrementos que rondan el 100% respecto a las boletas anteriores. Se trata de la primera parte del impacto sobre este sector, ya que aún no se facturó la totalidad con aumento y los meses por delante restan ajuste de la EPE.

Al mismo tiempo, estos registros de marzo coinciden con el freno dispuesto por algunos establecimientos emblemáticos en el territorio provincial, específicamente en Rosario y alrededores. Tal es el caso de Acindar, con base en Villa Constitución y una planta en la ciudad, y el de General Motors, que detuvo su producción en más de una oportunidad durante este año.

Por su parte, el último informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos de UIA, que ya había dado cuenta de un retroceso de la actividad fabril en febrero de 6,8% respecto a igual mes de 2023, advierte que "los datos anticipados de marzo reflejan una mayor caída por parte de la industria".