Desde el sector no docente de las universidades nacionales se ha venido ganando institucionalidad y visibilidad durante las últimas décadas. En efecto, a partir de su rol fundamental a la hora de mantener abiertas las instituciones académicas en todo el territorio, los no docentes han ganado participación, tanto en Argentina como en la región.

Con demandas y desafíos comunes, América Latina ha sido así testigo del trabajo conjunto que se viene realizando en pos de reivindicar a los trabajadores universitarios. En clave regional, cumple una función central la Confederación de los Trabajadores y Trabajadoras de las Universidades de las Américas (CONTUA), cuyo presidente, el Secretario General de APUBA, Jorge Anro, propuso llevar la voz de los trabajadores a todos los escenarios de debate en materia de educación superior pública.

Quizá uno de los hitos más importantes en estos primeros pasos de la CONTUA haya sido su participación en la Conferencia Mundial de UNESCO sobre Educación Superior (CNES) en 2009, donde, por primera vez, los trabajadores universitarios estuvieron representados en este foro que abordó el desafío político que enfrenta la educación superior a nivel global, amenazada por los embates del nuevo capitalismo.

Sin dudas, la internacionalización de las demandas y conquistas ha constituido un logro muy importante para el trabajador no docente, que ve redimensionada su labor y busca nuevos espacios de participación para aportar a la institucionalización de un modelo universitario con un rol más activo frente a las necesidades sociales y que tiene el desafío de universalizar la educación superior en Argentina y la región.