En un documento, los dirigentes del MASA sostienen que tomaron la decisión en base "al impacto negativo que las políticas emanadas del Gobierno nacional generan sobre los trabajadores, los jubilados, la industria nacional y los sectores más vulnerables".

El MASA es un agrupamientos de sindicatos que no se plegaron a la estrategia de unidad que se adoptó hace un par de años y que derivó en la elección del triunvirato que conduce la CGT. Una determinación que los excluyó de la participación del Consejo Directivo pero que no les impidió ser parte de los dos paros generales que se realizaron. De hecho, durante la los conflictivos días de diciembre cuando la CGT decretó un paro en el marco del rechazo a la ley de reforma jubilatoria, que incluyó una feroz represión a las multitudinarias marchas, el MASA adhirió aunque con mayor presencia por parte del ferroviario Sasia.

Ahora lo harán de nuevo y en el comunicado que hicieron público sostienen que "una vez más, coherente y responsable con sus principios y su accionar, y ante la decisión de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina de convocar a un paro general de actividades por 24 horas, el MASA integrado por todas las organizaciones adheridas a la central obrera, ha resuelto adherir a dicha medida".

El MASA está integrado además de la Unión Ferroviaria y la Federación de Peones de Taxi, por el Sindicato Luz y Fuerza, Asociación Personal Legislativo, Telefónicos, Farmacia, AATRAC, Empleados del Tabaco, Capitanes de Ultramar, Municipales, Jefes y Oficiales Navales, Publicidad, Obreros Navales, Tintoreros, Cortadores, UECARA y Casas Particulares, entre otros.

En el texto, los sindicatos sostienen que luego de un análisis y evaluación "de la situación económica, política y social por la que atraviesa el país y el impacto negativo que las políticas emanadas del Gobierno nacional generan sobre los trabajadores, los jubilados, la industria nacional y los sectores más vulnerables". En ese sentido aseguraron que "en diferentes oportunidades nuestro Movimiento ha expresado su visión y su pensamiento, fijando posición e impulsando propuestas de diferente índole, a sabiendas de la responsabilidad que como representantes de los trabajadores tenemos y de la batalla cultural que debemos enfrentar", agregó el comunicado.

Por otra parte, el MASA señaló que van a continuar trabajando "en la búsqueda de materializar un proyecto de país con una agenda programática y objetivos concretos que, sin lugar a dudas, debe debatir e impulsar el movimiento obrero, tal como lo expresamos allá en el tiempo". Ya en el terreno sindical, el agrupamiento sostuvo que "nuestro movimiento también seguirá bregando por la unidad de todos los trabajadores, reafirmando el compromiso histórico de las tres banderas del peronismo: soberanía política, independencia económica y justicia social", indicó.

El miércoles pasado, la CFT también anunció su adhesión a la medida de fuerza. En el comunicado que dieron a conocer saludaron la decisión de la CGT por haber "interpretado el clamor de la inmensa mayoría de las organizaciones sindicales y delegaciones regionales" haya convocado al paro nacional. Como reza la proclama del MASA, la Corriente también reclamó la necesidad de "definir un plan de acción que dé continuidad a la lucha en rechazo a la política económica del Gobierno que destruye fuentes de trabajo, pulveriza los salarios e incrementa la desocupación y la pobreza".  

La Corriente, que tiene entre sus principales referentes al bancario Sergio Palazzo, el titular del gremio de curtidores, Walter Correa, Pablo Biró de pilotos y a Héctor Amichetti de la Federación Gráfica Bonaerense, entre otros, también está fuera del actual Consejo Directivo pero ante la convocatoria a un proceso de renovación de autoridades realizó una alianza con Pablo Moyano de Camioneros y con las dos CTA, las que conducen Hugo Yasky y Pablo Micheli que, si bien no forman parte de la CGT, pugnan por la creación de un duro frente sindical. La intensión es desarrollar un polo sindical más combativo que compita por la secretaría general de la central obrera y, por lo tanto, confrontar con las políticas económicas que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri.