En su debut del Grupo B, Irán cortó con el invicto de 15 partidos de Marruecos en tiempo de descuento y con un gol en contra de Aziz Bouhaddouz logró un triunfo clave para ilusionarse con el pase a octavos de final del Mundial. Así, con la victoria 1-0, el seleccionado persa ganó el segundo partido de su historia en una Copa del Mundo, pese al boicot que desde Estados Unidos le aplicó una conocida firma deportiva y que priva al plantel de botines de recambio. Por otra parte, en el San Petersburgo Arena volvieron a escucharse las vuvuzelas, muy populares en el Mundial de Sudáfrica 2010 y luego prohibidas en Brasil 2014.

El partido tuvo un dominador durante casi todo su desarrollo. Pero Marruecos genera innumerables oportunidades que pocas veces capitaliza, una constante que el equipo de Hervé Renard arrastra desde las Eliminatorias. El equipo africano fue pura intensidad, tanto para recuperar en campo contrario como en sus traslados. El asiático defendió prácticamente con sus once jugadores en su propia mitad de la cancha, algo que Argentina padeció en Brasil 2014. Además, el arquero Ali Beiranvand tuvo una buena tarde y salvó a los iraníes en un par de oportunidades.

La principal virtud iraní es haber identificado sus virtudes y sus defectos. Así, la selección del portugués Carlos Queiroz disimuló sus limitaciones durante noventa minutos hasta llevarse el premio mayor: en tiempo de descuento se encontró con los tres puntos. Lo que no pudo conseguir con sus jugadores, Irán lo logró con una ayuda del rival sobre el final del partido: Azmour, delantero de Marruecos, se tiró de palomita y metió la pelota contra su propia valla.

El próximo duelo del vencedor será ante España el 20 de junio y en la misma fecha, los marroquíes –que empiezan a despedirse tras su caída en el duelo más sencillo del grupo– se medirán con Portugal.