El déficit fiscal primario se ubicó en mayo en 7818 millones de pesos, una merma interanual del 71,3 por ciento, informó Hacienda. La aceleración inflacionaria jugó a favor del Gobierno, que mejoró su recaudación por el lado del IVA y el impuesto al cheque. Por otro lado, la factura por los intereses de la deuda pública aumentó un 16,2 por ciento en el mes. El déficit financiero de mayo, que incluye el pago de los intereses de la deuda, alcanzó los 27.339 millones de pesos, una baja nominal del 37,9.

En mayo, los ingresos totales subieron un 33,4 por ciento hasta alcanzar los 209.415 millones de pesos. Los recursos tributarios alcanzaron los 191.238 millones de pesos, un incremento del 30,2 por ciento, gracias al alza del IVA (49,4 por ciento), créditos y débitos (73,8 por ciento) y aportes y contribuciones de la Seguridad Social (21,8 por ciento).

Mientras los ingresos públicos subieron por el ascensor, de la mano de la inflación, las erogaciones, mayormente destinadas a la seguridad social y a la obra pública, fueron por escalera. Los gastos primarios mostraron un alza del 17,9 hasta los 217.233 millones de pesos. Las prestaciones sociales se incrementaron un 24,4 por ciento; los gastos de funcionamiento, 13,2; los de personal, 20,2, y las transferencias a universidades, un 21 por ciento. Los subsidios crecieron 21 por ciento, por efecto del dólar y de los precios internacionales. 

En cinco meses, el déficit primario bajó un 43,7 por ciento pero el pago de intereses de deuda subió un 48 por ciento, con lo cual el resultado financiero bajó 0,8 por ciento.