Me gustan las gorras”, afirma Leandro Pezzutti en una plaza del centro de la capital mendocina. “Aunque ahora dejé de usar, guardé varias. Tengo de los Chicago Bulls y de Cacano Bar, bar mítico de Mendoza. Allí iba Charly García cuando venía. También conservo otra de Rozán, un negocio de música clásica que cerró.” Además de hacer gala de su chapa de “mayor fan de gorras de Cuyo”, el artista también conocido por su apodo Peluqui es el mandamás del grupo Las Cosas Que Pasan, que en marzo puso a circular en redes sociales uno de los batacazos discográfico nacionales de 2018. Fundir todo es un álbum con sabor a grunge, tanto por su existencialismo como por su arrebato sonoro, a pesar de que el músico de 31 años resalta la veta pop del repertorio. “El amor es pop; no cabe duda”, sentencia quien conoció a su musa durante la realización de su segundo disco. “Ya no estamos más, pero me enamoré de esa piba. Fue todo inspiración.”

Si los tracks de su epónimo álbum debut, de 2015, fueron literalmente microcanciones (la más extensa no alcanza los dos minutos mientras que la más corta dura 24 segundos), lo que aparte dio vida al sello mendocino Micro Discos, la decena de temas de Fundir todo resultó un conjunto de manifiestos. De los que destacan No fuimos a votar, versionada por Simón Poxyran antes de su publicación, y Luján, que alude al lugar de origen del Peluqui: Luján de Cuyo. “Miro la montaña, es lo único que hay para ver”, expedita ahí. “Este disco es una bomba de paz”, despacha el artífice. “No fuimos a votar es una canción de amor anarquista que coincidió con un momento del país. Aunque no es un tema político sino de liberación. Siento que todo está en constante cambio. Intentamos volver a la parte sana del animal para poder evolucionar, flasheo ésa. Varias letras van por ese camino. El concepto general del disco es romper con la creencia de que las cosas tienen que ser de una manera.”

Pese a que hacerlo demoró dos años y medio, la secuela de Las Cosas Que Pasan es homogénea. “Al año de haber salido el primer disco, que lo hice en 20 días, entramos a grabar el nuevo porque ya había un par de temas”, recuerda el frontman. “En el transcurso fueron apareciendo letras y canciones. En la última etapa avancé poco, pero seguían entrando ingredientes a ese caldo que se iba revolviendo. Cuando terminó de salir, me di cuenta de que esa circunstancia natural fue lo mejor que me pasó. Hasta el título vino en el cierre. Si me apuraba, no hubiera sucedido nada de esto ni hubiese conocido a la gente que trabajó conmigo en este proyecto. Yo confié en eso.”

El flamante álbum del grupo refleja al calco la intensidad de sus performances: “Las Cosas Que Pasan tienen su versión de disco, pero en los shows el mambo es otro. Quizás esta producción, por la manera en que fue grabada y por la maduración musical, se aproxime a lo que es el grupo en vivo”.

Otrora integrante de Lavanda Fulton, agrupación sustancial en la génesis del indie mendocino, Peluqui entiende a Las Cosas Que Pasan como un proyecto solista con dinámica grupal. “Siempre respondieron como banda”, alega el cantante y guitarrista acerca de músicos de la escena de su ciudad como Lucca Beguerie (Usted Señálemelo), Gonza Nehuén, Gonza Elizondo o Milton “Tito” Monsalvo (Lavanda Fulton, Tito, Tito & Nacho). “Siento que esto les gusta a los amigos músicos que tocaron conmigo, lo que lo hace más liviano y ameno. Yo pongo las canciones pero no soy tan director. Sólo doy el espacio para que los otros opinen. Cuando toqué el bajo con El Príncipe Idiota o con Tito, siempre traté de responder de la misma manera que lo hicieron los chicos con el grupo. Me trato de adaptar.”

Amén de convertirse en uno de los arengadores de la movida de la capital cuyana, Peluqui es una suerte de eslabón entre la primera y la segunda generación del Manso Indie. “Leandro Lacerna fue mi influencia compositiva, el Dengue (Mariano Di Césare, líder de Mi Amigo Invencible) me inspiró por su tenacidad y de los más guachos tomé su frescura”, reconoce quien ingresó a Lavanda Fulton a los 22 años, la misma edad que hoy promedian Luca Bocci o los miembros de Usted Señálemelo. “Eso de echar para adelante con lo que hay lo tengo en mis genes, por mi bisabuela polaca. Lo que aprendí, lo llevé adelante de manera inconsciente y se los transmití a los pibes.”

De hecho fue Pezzutti el que arengó a Bocci a grabar Ahora, su celebrado debut solista. “Fue muy flashero cómo salió”, evoca el coproductor de ese trabajo. “Él quería transformar una pieza de la casa donde vivía en sala de ensayo y le dije que nos pusiéramos con lo suyo. Me llevé la compu, la placa y dos micrófonos. Se grabaron las canciones, salió el disco y la rompió. No podía creerlo.”

Peluqui supone que el éxito del que disfruta la movida de su provincia radica en la compenetración de sus actores. “Es inevitable que el entorno te influya”, reflexiona. “Mi influencia más fuerte son mis amigos, y eso no sólo sucede en Mendoza. Cuando era adolescente, había un par de bandas de acá, aunque siempre las referencias eran internacionales. Siento que se está revolviendo la cosa y que está arrancando un nuevo camino para la música argentina. Escucho Tame Impala, Nicolas Jaar y Grimes, pero hay una identidad. Hay algo. Esto tiene la impronta de un lugar.”

Acerca del lugar que ocupa su banda en la escena, el multiinstrumentista señala: “Si la referencia de Bocci es Spinetta, la de Simón Poxyran es Mac DeMarco y la de Usted Señálemelo es Soda Stereo, entonces la mía es Nirvana, Pixies y los noventa. Es inevitable porque fue lo primero que escuché, a pesar de que vaya mutando y se mezcle con un montón de música re bizarra que salió. Pero lo que más me gusta es vivir y que las canciones vayan fluyendo.”

* Viernes 22 de junio a las 23 en La Confitería, Av. Federico Lacroze 2963.