El proyecto de reforma constitucional no logra salir del pantano y en el Frente Progresista, pero particularmente en el socialismo, se comienza a tejer el plan B ante la imposibilidad de que el gobernador Miguel Lifschitz continúe al frente de la Casa Gris. Para el diputado provincial del PS Eduardo Di Pollina, su colega y ex mandatario Antonio Bonfatti "corre con ventaja" por sobre el resto de los dirigentes frentistas y es un "excelente candidato" para las elecciones del año 2019. Pese al rechazo opositor por revisar la carta magna, el legislador negó que la coalición oficialista le haya puesto certificado de defunción al proyecto del Ejecutivo.

-‑Hubo una reunión importante y numerosa de dirigentes del Frente Progresista, ¿se dio por caída la reforma?

-‑No, es una reunión que se hace habitualmente todos los jueves, con los legisladores del interbloque (del cual Di Pollina es el presidente), previa a la reunión de labor parlamentaria y la sesión, donde se evalúan todos los temas que tenemos que abordar. La reforma es un tema que, desde que ingresó, lo analizamos en su marcha.

-‑¿Por qué no avanza el proyecto?

-‑Es de público conocimiento, tiene tratamiento en las comisiones, no es una problema de alguna en particular, es una cuestión de lograr los consensos necesarios para que el proyecto avance y en eso estamos trabajando. Hay diferentes visiones políticas, todos sabemos que no solamente es una cuestión parlamentaria, sino que involucra a los partidos políticos, es una ley muy trascendental para la provincia, todos tienen la voluntad reformista, pero a la hora de analizar el tema se lo hace con una determinada posición política. No es nuevo esto en la provincia, ha ocurrido a lo largo de décadas, que esta intención no solamente ha sido del Frente Progresista en los dos gobiernos de Hermes Binner y Antonio Bonfatti, sino también de los justicialistas anteriores. Siempre fue muy dificultoso, lo sigue siendo.

‑-¿Se agotan los tiempos y se complica la chance reeleccionista del gobernador?

-‑El proyecto es un proyecto de gran importancia, pero tiene estado parlamentario como cualquier otro proyecto. Va a cumplir los tiempos que establece todo proyecto y en particular no es solamente este tema el que se analiza sino que se analizan varios temas más. Está en carpeta en todos sus aspectos, los nuevos derechos, los nuevos institutos, la actual Constitución tiene varios aspectos que ya están perimidos que hay que modificarlos.

-‑Pero la reelección requiere tiempos diferentes.

-‑Tiene tiempos diferentes, es verdad, pero hay que lograr los consensos políticos que requiere un proyecto de esta naturaleza.

-‑La lejanía de la reelección implica que el Frente Progresista analice un plan B de cara al 2019, ¿cuál es la mejor alternativa?

-‑Es un tema que lo analizamos parlamentariamente todas las semanas, en diálogo permanente con el Ejecutivo. Estamos evaluando a medida que va avanzando el tiempo calendario los diferentes aspectos políticos que se van generando.

‑-¿La imposibilidad de Lifschitz acrecienta la aparición de la figura de Bonfatti?

-‑Son cosas diferentes, Bonfatti es el presidente y por supuesto está trabajando en forma conjunta con el resto para sacar adelante este proyecto. Después, en función de la realidad política, analizaremos cómo seguimos.

-‑¿Pero Bonfatti es candidato puesto?

-‑Fue un gobernador exitoso, es una posibilidad, pero lo tendremos que charlar primero partidariamente y luego en el marco del Frente para ver cómo continuamos con las candidaturas.

-‑¿Corre con ventaja con respecto al resto?

-‑Objetivamente sí, es un excelente candidato.