Desde Santa Fe

 La agrupación Hijos solicitó ayer a

l Partido Justicialista de Santa Fe que expulse de sus filas al ex diputado provincial Julio “Tipi” Ramos, que operaba como ex Personal Civil de Inteligencia (PCI) durante la dictadura y está preso desde el jueves por crímenes de lesa humanidad. Mientras que a la Alianza Cambiemos y al PRO  les exigió que “repudien la relación política que mantienen desde hace varios años con este siniestro personaje” y le cancelen “toda pertenencia formal e institucional” al partido de Mauricio Macri. El doble reclamo se explica porque Ramos figura en el padrón de afiliados del PJ –según confirmaron a Rosario 12 fuentes seguras- y en esa condición ocupó bancas en la Legislatura y en el Concejo Municipal de la ciudad de Vera, pero en las elecciones de  2013 rompió con su partido y se presentó como candidato a concejal por el PRO.

“Exigimos a las autoridades del PJ de la provincia que inicien el procedimiento de expulsión” del represor “como ya lo hicieron con otros afiliados responsables de crímenes genocidas”, planteó Hijos en un documento que tituló: “‘Tipi’ Ramos, genocida detenido. Que se haga justicia contra todo privilegio. Queremos partidos políticos libres de genocidas”.

El peronismo santafesino es la fuerza política que más represores despidió de sus filas en el país (siete, hasta ahora). En 2011 expulsó al ex jefe comunal de San José del Rincón Mario Facino y al ex oficial de Inteligencia de la Policía Eduardo “Curro” Ramos. En julio de 2012, el entonces presidente del PJ José Luis Freyre anunció la cancelación de la ficha de otro ex espía del Ejército que operaba como PCI, Horacio Américo Barcos, pero éste falleció una semana después, así que el trámite quedó inconcluso. En 2013, siguió con otro comisario, Roberto Martínez Dorr, y un segundo ex PCI, Eduardo “Tucu” Constanzo. Y en 2017 echó al ex diputado Pedro “Pili” Rodríguez y al ex PCI, Carlos Sfulcini. Si prospera la solicitud de Hijos, “Tipi” Ramos será el octavo represor expulsado del PJ, el cuarto de ellos que operó como espía del Ejército y PCI y el segundo que llegó a la Cámara de Diputados.

Hijos dijo que la “impunidad” de Ramos se rompió con tres hechos: la decisión política de la ex ministra de Defensa Nilda Garré de difundir “los nombres de quienes actuaron como agentes de inteligencia del Ejército durante la dictadura genocida” (Ramos apareció en la lista de PCI);  el avance de los juicios de lesa humanidad; y “la firmeza y valentía” del ex militante de la Juventud Peronista”, Luis Felipe Solé y su familia que denunciaron “la responsabilidad de genocidas como “Tipi” Ramos”.

Solé declaró en el juicio de la megacausa que juzgaba la desaparición de su hermano menor, Alberto Solé, militante de la UES. Convocado por la querella que patrocinó Hijos, Solé reveló que “a fines de 1976”, lo trasladaron desde la cárcel de Coronda, “donde sufría el encierro” y la “persecución política”, hasta la comisaría 11ª de Santa Fe y luego a una “casa quinta” en las afueras de la ciudad,  donde “fue torturado e interrogado a cara descubierta por “Tipi” Ramos, a quien conocía” por su militancia política. Otro de los torturadores era un segundo conocido de Solé, Rubén Real.

El fiscal Martín Suárez Faisal abrió la causa en octubre de 2016 y desde entonces solicitó la captura e indagatoria de Ramos, cuatro veces: la primera, en la denuncia fiscal; luego, en febrero y diciembre de 2017 y la última, en junio de 2018. Desde el primer pedido del Ministerio Público hasta la detención de Ramos pasaron un año y nueve meses. “Al Poder Judicial, le exigimos terminar con todo miramiento hacia este genocida sobre el que pesan pruebas irrefutables”, dijo Hijos.

La impunidad de Ramos terminó por “los juicios de lesa humanidad, históricamente logrados por el movimiento de derechos humanos de Argentina, en los que se profundiza el conocimiento sobre las acciones de persecución genocida en nuestra zona y en todo el país”. Y por “la firmeza y valentía de Luis Felipe Solé y su familia para que no se ignore la responsabilidad de genocidas como “Tipi” Ramos quien hasta hoy se mantenía como activo dirigente político de la ciudad de Vera”, concluyó Hijos.