• Porque juega mejor que Inglaterra, sus futbolistas tienen mayores fundamentos técnicos y el funcionamiento colectivo, que pivotea sobre Modric y Rakitic, se enriquece porque todos aportan a una clara idea de juego.
  • Porque mostró carácter para remontar un resultado en contra, recuperarse de una floja primera etapa y jugársela en el segundo tiempo. 
  • Porque Perisic marcó el empate de la manera menos esperada, ganándole de arriba a Walker, en una jugada polémica porque el croata levantó la pierna a la altura de la cabeza del defensor inglés, en lo que pareció ser jugada peligrosa.
  • Porque antes Kane le dio una vida más al errar un gol imposible que ponía arriba a Inglaterra por 2-0 y porque minutos después también lo perdonó Lingard, quien de frente a Subasic, y tirando a colocar, no le acertó al arco.
  • Porque Rebic hizo un trabajo desgastante para complicar en soledad a la defensa inglesa.
  • Porque Rakitic recuperó su nivel en el segundo tiempo y Modric tuvo la incidencia que le faltó en el período inicial, evidenciando el gran desgaste físico de una temporada que puede resultarle inolvidable.
  • Porque jugó un segundo tiempo a la altura de lo que ofreció en el 3-0 frente a Argentina, haciendo que los ingleses corrieran tanto como en el primer tiempo, pero atrás de la pelota, para recuperarla.
  • Porque desnudó las debilidades defensivas de Inglaterra cuando se la intenta superar a partir de la creatividad y el talento, y porque Pickford es un gran arquero bajo los tres palos, pero duda cuando lo llaman a jugar desde abajo. 
  • Porque a pesar de jugar su tercer alargue consecutivo –en octavos ante Dinamarca, en cuartos ante Rusia–, Croacia pareció más entero en el tiempo suplementario, seguramente porque lo que no tenía de resto físico lo suplió con la capacidad para manejar el trámite a partir del control de la pelota.
  • Porque Mandzukic hizo el gol más importante con su selección aprovechando la falta de reacción de los defensores ingleses y sometió a Pickford, quien le había tapado el gol arriesgando su cuerpo en el cierre del primer tiempo suplementario.