Apenas cuatro palabras como respuesta a un tuiteo bastaron para que quedara claro qué hará Arturo Pérez-Reverte si prospera la idea de adecuar la Constitución española al lenguaje inclusivo, tal como pretende el gobierno socialista de Pedro Sánchez. Uno de los escritores contemporáneos más leídos de España manifestó su postura si la propuesta llegara a la Real Academia Española, que él integra: dará un portazo. “Tiene usted mi palabra”, fue su respuesta a un comentario por Twitter.

“Es un intento de domesticar la RAE. Cederán los académicos, tras intentar suertes de esgrima desganada, algún bizantinismo apolillado. Solo @perezreverte, el viejo león, marchará dando un sonoro portazo. País de cobardes...”, fue el comentario de un tuitero, que sacudió a todos cuando el arrobado autor de El maestro de esgrima  y la saga del Capitán Alatriste le contestó. Ante la consulta del diario El País, se limitó a confirmar que abandonará su sillón en la RAE si prosperara la iniciativa. 

Hace dos días, Carmen Calvo, ministra de Igualdad y vicepresidenta del Gobierno, había anunciado la intención de cambiar el género en el texto constitucional, que este año cumple cuatro décadas. Según Calvo, la redacción del texto que sepultó al franquismo "se corresponde con una sociedad de hace 40 años". Fue más allá al afirmar que “hablar en masculino traslada al cerebro sólo imágenes masculinas".

Darío Villanueva, director de la Real Academia, confirmó ayer que le comunicaron “el propósito de enviar a la RAE una solicitud para un informe sobre aspectos lingüísticos de la Constitución, aunque sin concretar los términos". Si bien hasta ahora no hubo un pedido oficial, reina el escepticismo entre los académicos sobre la viabilidad de la propuesta. "La lengua es un ecosistema, que puede cambiar, pero con unos equilibrios que se pueden alterar si no se tiene cuidado", advirtió la máxima autoridad de la institución que regula el idioma castellano desde 1713.

A través de Twitter, Pérez-Reverte se encargó de mostrar su desagrado con la propuesta. Publicó un enlace de una noticia de noviembre de 2017, cuando el gobierno francés prohibió el lenguaje inclusivo. Luego, en una captura de pantalla de su respuesta al tuit que desencadenó la polémica, agegó que “si los idiotas volaran, en este país viviríamos a la sombra”.