Domingo Cavallo continúa influyendo en la política económica argentina. El desarme de las Lebac vía sustitución por Letes en dólares del Tesoro que pactó el gobierno con el FMI, es un proyecto que el creador de la convertibilidad venía proponiendo hace rato. Una propuesta que alimenta de liquidez en plena corrida y deteriora la situación patrimonial del Estado (al incrementar sus deudas dolarizadas), por el capricho institucionalista de mejorar la hoja de balance del Banco Central. Al ver que sus pocos lúcidos consejos son atendidos en las altas esferas del poder, el ex-ministro de Menem y De la Rúa volvió a la carga proponiendo la dolarización de los ahorros bancarios.
La medida es presentada como una forma de atenuar la presión sobre el dólar. En pocas palabras, se debería estimular a la población a que, en lugar de comprar dólares, constituya cajas de ahorros y plazos fijos en dólares. Para ello los bancos deberían aumentar las tasas que pagan por esos depósitos. Con la plata que captan de los ahorristas, los bancos deben suscribir letras en dólares del Tesoro (que podrían contabilizarse como parte de los encajes y no entrar en los límites a su dolarización patrimonial). De esa manera, los ahorristas se cubren de la desvalorización de sus ahorros por la inflación y devaluación, pero no demandan dólares evitando la presión sobre su cotización y/o las reservas internacionales.
El problema de la propuesta de Cavallo es que continúa incrementando la deuda en dólares del Estado, en un contexto donde las cuentas externas de la economía están en rojo y la fuente principal de divisas de la economía es un préstamo del FMI condicionado a una serie de metas de dudosa viabilidad. No por nada las últimas licitaciones de Letras no lograron cubrir las que vencían, aun cuando las tasas que pagaban casi duplicaban las de meses atrás. Es que una nueva cesación de pagos de las deudas en dólares pasó a ser una hipótesis probable. De presentarse ese escenario, los bancos no podrían cobrar las Letras (y su precio en el mercado secundario caería  fuertemente), viéndose imposibilitados de cubrir los retiros de dólares de las cajas de ahorro y los plazos fijos. Es decir, se terminaría en un nuevo corralito con confiscación de los depósitos de la clase media como en la crisis de la convertibilidad. A mismo mentor del plan, mismos resultados.
Una alternativa para disminuir la presión sobre el dólar pero que evitaría la confiscación de depósitos ante un escenario de cesación de pagos de deudas en dólares, es fomentar los depósitos en cajas de ahorro y en plazos fijos indexados por precios o por el tipo de cambio. Ese tipo de depósitos permitiría evitar la desvalorización de los ahorros por la inflación y la devaluación, de manera similar a las cajas de ahorro y plazos fijos en dólares que propone Cavallo. Pero adicionalmente, al estar nominados en pesos, pueden ser devueltos a sus tenedores aún en un escenario de crisis cambiaria con cesación de pagos de las deudas en divisas (con la ayuda del Banco Central de ser necesario por la situación patrimonial de los bancos)

@AndresAsiain