Pese a los problemas técnicos, demoras, cancelaciones e incidentes que exhibió desde que comenzó a operar a principio de año y el accidente del último fin de semana (ver aparte), la aerolínea low cost Flybondi continúa ganando participación en el mercado aerocomercial argentino en desmedro de la línea de bandera. En junio se quedó con el 7 por ciento de la torta de vuelos de cabotaje y promedió en el semestre una participación del 4 por ciento del mercado. En tanto, Austral, la línea de cabotaje del Grupo Aerolíneas Argentinas, cedió en ese mismo período tres puntos respecto del año pasado al pasar de 49 a 46 por ciento en junio último. Los pecios bajos y las promociones de cara a las vacaciones de invierno la posicionaron como una alternativa, pero los problemas al brindar el servicio la ubican bajo la mira respecto del grado de seguridad que brinda a los pasajeros. 

Con el objetivo de abrir el negocio aerocomercial a empresarios amigos, el Gobierno licitó quinientas rutas rentables, que en su mayoría operaba Aerolíneas, a compañías low cost. Entre las beneficiadas se encuentra Flybondi, autorizada a volar más de un centenar de rutas que había solicitado en diciembre de 2016, en la primera audiencia pública realizada por el Ministerio de Transporte. A pesar de las denuncias por serias irregularidades que presenta la compañía, avanzó en su plan de negocios y comenzó con la instalación de un punto de conexión en Córdoba, para lo cual solicitó además beneficios fiscales y extensiones impositivas. La empresa se había creado el 22 de septiembre de 2016, antes de la audiencia pública, y solicitó operar 99 rutas aéreas regulares nacionales e internacionales. La firma no contaba en esos momentos con aviones y su capital social era de 6000 dólares. 

Pese a estas irregularidades, Transporte aprobó rápidamente su estructura de negocios y lo habilitó a operar. Actualmente, la compañía tiene tres aviones con una antigüedad promedio de 20 años. 

Con este esquema logró imponerse en el mercado de bajo costo. Según cifras de la Empresa de Navegación Aérea Argentina (EANA) que depende del Ministerio de Transporte, Flybondi realizó en el semestre 2212 vuelos, que se aceleraron a partir de marzo, cuando comenzó a operar las rutas autorizadas regularmente, y se estancó desde mayo. En enero realizó 17 vuelos; en febrero, 159; marzo, 419; abril, 461; mayo, 585, y junio, 571. En esos vuelos se transportaron 268.000 pasajeros, lo que representó el 64 por de ocupación de las unidades. En junio el nivel de ocupación de Flybondi fue de 61 por ciento y la cuota de mercado del 7 por ciento. Sin embargo, con las cancelaciones de esta semana, la empresa asegura, que por la demanda de vacaciones de invierno, “tiene lleno completo”. 

“Tenemos casi todos los vuelos llenos y no contamos con demasiadas frecuencias para reubicar a los pasajeros”, dijo a este diario una fuente de la empresa para justificar los problemas para reubicar a los pasajeros que quedaron varados entre el accidente del fin de semana y la suspensión de las operaciones en El Palomar por la lluvia. “Pero le dejamos el ticket abierto por 30 días”, agregó la fuente.