Desde Santa Fe

Miguel Lifschitz les dijo ayer a los legisladores de la provincia que aún “hay tiempo” para que sancionen la ley que declara la necesidad de la reforma constitucional y les ratificó su “convicción” de que una cláusula que habilite su “reelección” para un segundo mandato, hasta 2023, “no es lo principal del proyecto ni el objetivo más importante”. “Voy a seguir impulsando la reforma hasta mi último día” en la Casa Gris, prometió el gobernador en una “declaración” que publicó en su página oficial, pero con el formato de una carta abierta a la Legislatura, que el lunes reanudará su actividad política tras el receso de invierno.

“Creo que hay una mayoría de legisladores de distintos bloques que saben que es necesario avanzar” con la reforma –escribió el mandatario- y “agradezco a los que ponen su empeño para poder lograrlo. A ellos, quiero decirles que hay tiempo” para que voten la ley. De lo contrario, “sería sólo una nueva frustración para la sociedad argentina”.  

“Siempre dije que habilitar la reelección del actual gobernador no era lo principal del proyecto ni el objetivo más importante”, dijo Lifschitz en tercera persona. “Ahora  vengo a ratificar esa convicción”. Y prometió que seguirá “impulsando la reforma de la Constitución hasta el último día” de su mandato, el 10 de diciembre de 2019, “porque creo en el valor de sostener con firmeza las ideas en el tiempo”. Más, “cuando las mismas tienen la fuerza de una ciudadanía en búsqueda de ampliar sus derechos y especialmente de los jóvenes que quieren y deben ser más protagonistas del tiempo que viene”.

Lifschitz admitió que propuso la reforma, aún a sabiendas que “no teníamos votos propios en ninguna de las dos Cámaras para garantizar la mayoría de dos tercios que requiere” la sanción de la ley. “Siempre supimos que no todos los (legisladores) que se dicen a favor de la reforma, tenían la convicción necesaria para llevar adelante el proceso con garantía de éxito. Pero aún así, asumimos la tarea, con la fuerza con que afrontamos todos los desafíos. Hemos arrimado la pelota al área como nunca, aunque no siempre se mete el gol en la primera llegada. Habrá que ensayar otras jugadas y así lo seguiremos haciendo”, agregó en lenguaje futbolero.

“Hemos puesto todo el esfuerzo para lograr concretar esta vez la reforma de la Constitución. Nadie puede dudar de nuestro compromiso y de nuestra decisión. Lo sustancial de la reforma es el contenido, pero nadie ha manifestado ninguna objeción al respecto. Pareciera que todo se reduce a una cuestión de tiempos. Pues pongámonos de acuerdo con los tiempos. Siempre creí que lo principal es lograr el objetivo”.

Sobre el final, Lifschitz criticó a los legisladores que discrepan con él. “Queda claro, que algunos de los que impidieron la reforma durante 24 años desde el gobierno, ahora lo siguen haciendo desde la oposición”, chicaneó en obvia referencia a los peronistas. Pasó por alto que en ese lapso, la reforma no salió por el rechazo de radicales y socialistas. “Y algunos de quienes se suponía que venían a representar el cambio y la nueva política puede ser que terminen optando por la posición más cómoda y conservadora de mantener el statu quo”, volvió a tirar.

 “El menú de excusas es extenso”, siguió Lifschitz. “Están quiénes dicen que hay que hacer una reforma total, aunque eso no lo creen ni ellos. Nunca se hizo una reforma total de ninguna Constitución y eso no lo votaría nadie”, agregó. Un proyecto que propone una “reforma total” es el que impulsa el interbloque que integran los diputados Rubén Giustiniani, Silvia Augsburger, Carlos del Frade y Mercedes Meier, cuatro votos que el gobernador necesitaría para sacar la ley.

“Otros dicen lo clásico, de manual, que hay temas más urgentes como la seguridad, la inflación o las tarifas. Compartimos esas preocupaciones, por supuesto, pero no por eso tenemos que dejar de trabajar en construir un modelo de futuro para nuestra provincia, partiendo del fortalecimiento de nuestras instituciones”, concluyó.