Colón sufrió frente a Deportivo Morón, de la Primera B Nacional, y tuvo que esperar a los penales para imponerse por 4-3 tras igualar 1-1 en los noventa minutos en el Coloso del Parque, en un duelo por los 32avos de final de la Copa Argentina. Al Sabalero lo espera San Lorenzo, que había superado a Racing de Córdoba por 1-0, en la siguiente fase.

El comienzo del encuentro mostró a un Morón que salió a jugar con la mística de la edición pasada de Copa Argentina, donde el Gallito dejó en el camino a cuatro equipos de Primera División hasta caer con River en semifinales. Con subidas constantes de sus laterales y unos muy movedizos Ramírez y Pumpido en ataque, los bonaerenses lograron inquietar al arquero Burián, que se fue convirtiendo en figura desde temprano. El uno uruguayo llegó desde el último subcampeón, Godoy Cruz, para cubrir la partida del ecuatoriano Alexander Domínguez y cumplía con creces.

Por su parte, Colón hacía alarde de una timorata posesión de la pelota y,  conducido por un apagado Alan Ruiz, no lograba generar peligro. Tuvo que esperar hasta el final del primer tiempo el Sabalero para hacer sentir la diferencia de categoría. A los 39, Correa se ubicó a la par de la última línea de Morón, señaló donde quería el pelotazo y partió habilitado para quedar frente al arquero y poner de sombrerito el 1-0 santafesino.

Aún en desventaja, Morón no se achicó y pudo igualar con un remate de Nicolás Martínez, pero su zurdazo dio en el palo. Sin embargo, en el equipo de los cuatro Martínez (los hermanos Román y Nicolás, el uruguayo Sebastián y el delantero Gerardo –en el banco–) ese tenía que ser el apellido del empate. Y en el segundo, Román Martínez –que volvió al club que lo vio nacer tras 15 años– hizo justicia. Al ex Lanús y Estudiantes le quedó la pelota boyando en el área, esperó un tiempo, la dejó acomodarse solita y remató de sobrepique para vencer la resistencia sabalera.

El empate había llegado para quedarse y fue así que tras unos no tan claros intentos por parte de ambos elencos la cosa fue a los penales, para cumplir con lo que viene siendo costumbre en la Copa Argentina. Y la tanda sirvió para confirmar lo que se dio en los 90: el gran partido de Burián. El uruguayo se quedó con dos penales y mandó al Sabalero a la siguiente fase.