El Ministerio de Hacienda dispuso ayer una emisión de Letras del Tesoro por 16.000 millones de pesos que serán suscriptas en su totalidad con los fondos de la Anses. El Gobierno se financia con este organismo al mismo tiempo que lo obliga a recortar las transferencias de asignaciones familiares (ver nota aparte) y limita el poder de compra de sectores de ingresos fijos de la población. 

El problema para conseguir recursos frescos no es sólo del Tesoro sino que alcanza a todos los ámbitos estatales. Uno de las instituciones con más dificultades es el Banco Central. La entidad cerró la semana con 58.100 millones de dólares de reservas internacionales. Se trata de una caída de 381 millones diaria y de 1638 millones en la semana. En lo que refiere al dólar, se ubicó ayer en 28,04 pesos, al disminuir 5 centavos.

El anuncio de la cartera a cargo de Nicolás Dujovne de usar los fondos de los jubilados para cubrir las necesidades financieras del Tesoro es un manotazo de ahogado. Desde la secretaría de Hacienda y Finanzas se desentendieron de la situación y aseguraron que la decisión estaba contemplada en el programa financiero 2018. Pero es otro de los resultados de la pérdida de confianza del Gobierno y el cierre de los mercados internacionales de deuda.

El anuncio del lanzamiento de estos títulos se publicó a través del Boletín Oficial. El detalle de la colocación indicó que las Letras tienen fecha de emisión 30 de julio y vencimiento en 182 días (28 de enero de 2019).  “La forma de colocación será por suscripción directa (en uno o varios tramos de adjudicación), la moneda de emisión y pago será en pesos y la moneda de suscripción será pesos o dólares estadounidense al tipo de cambio de referencia de la comunicación A 3500 del Banco Central”, indicó el Ministerio Hacienda. 

Uno de los elementos más polémicos de la medida es que la entidad previsional podría llegar a prestarle dólares billetes al Tesoro y recibirá a cambio pesos. El prospecto de emisión de los títulos indica que se amortizarán íntegramente al vencimiento y devengará interese a tasa variable que se abonarán el 29 de octubre de 2018 y el 28 de enero de 2019. Las letras serán intransferibles y no tendrán cotización en los mercados de valores locales e internacionales. 

Es probable que al momento del vencimiento el Ministerio de Hacienda ordene una nueva licitación de estas letras para conseguir la renovación. Se trata de la misma estrategia que emplea ahora. En enero de este año, la Anses ya había colocado 16.000 mil millones de pesos en Letras emitidas por el Tesoro con vencimiento a fines de julio. 

Hacienda no es el único organismo público con los números en rojo. El Banco Central registra hace cuatro meses una caída notable de las reservas internacionales. Desde que entró el préstamo del Fondo Monetario, la entidad ya perdió 5170 millones de dólares en reservas. Pese a estas caídas de divisas, sigue subastando 100 millones de dólares por día y aseguró que mantendrá la estrategia hasta principio de octubre.

Las caídas fueron muy importantes en los últimos días y ya empiezan a generar preocupación entre los principales analistas del mercado. Por caso el lunes se registró un retroceso de 305 millones de dólares, el martes de 324 millones, el miércoles de 313, el jueves de 320 y ayer de 381 En el Central no encienden luces de alarma. No lo consideran un problema. Indican que se pagó algo de deuda, que hubo pérdida por cotización de las monedas y que se mantuvo la subasta diaria a pedido de Hacienda.

Esta pérdida permanente de reservas internacionales fue en aumento desde principio de año. Las series diarias de variables monetarias del Banco Central muestran ese desequilibrio. En abril, por caso, hubo tres jornadas con caída de reservas por encima de los 1000 millones de dólares. La más elevada fue el 25 de abril cuando se perdieron 1357 millones. En mayo, mientras tanto, se anotaron cuatro ruedas con retrocesos superiores a los 1000 millones, destacándose el 11 de mayo con una pérdida de 1894 millones.