El Banco Central mantuvo ayer la tasa de interés de referencia en 40 por ciento. La entidad sostiene este nivel desde el 8 de mayo, lo cual complica el panorama productivo y contiene el valor del dólar por debajo de los 30 pesos. La autoridad monetaria a cargo de Luis Caputo reemplazó los pases por las Leliq como activo de referencia para fijar la tasa de política monetaria. En el comité del organismo aseguraron que se busca tener mayor “influencia operativa” sobre la liquidez de la economía, ante una reducción gradual de las Lebac. El Central adelantó que “el sesgo contractivo de la tasa se mantendrá hasta que comience a bajar la expectativa de inflación para 2019”.

La autoridad monetaria utilizó distintos argumentos para explicar por qué sostiene el interés en 40 por ciento. “La inflación de junio se aceleró más de lo previsto, alcanzando un ritmo del 29,5 por ciento interanual. La aceleración se explicó por la depreciación del peso”, indicó. Agregó que “los indicadores de alta frecuencia, si bien muestran una desaceleración de la inflación en julio, es menor a la prevista”. Los bancos y consultores aumentaron su pronóstico de precios para la segunda parte del año. Esto limita, según el Central, el margen para bajar las tasas.

La inflación no es el único problema que registró el BCRA en su comunicado. Indicó que la actividad económica seguirá estancada al menos hasta finales de 2018. “La evidencia reciente sugiere que el PBI puede tardar algunos meses en recuperarse. Se estima que en 2018 la economía se mantendrá en niveles similares al año anterior y retomará su crecimiento el próximo año”, indicó. El consumo de los hogares y las inversiones productivas no serían el motor de la recuperación. “Se espera que la normalización de la producción agrícola como del mercado financiero contribuyan gradualmente a recomponer la actividad”, aseguró el organismo.

El Banco Central celebró que el Tesoro va bien encaminado para cumplir la meta fiscal de este año de un déficit de 2,7 por ciento del PBI y que alcanzará el rojo de 1,3 por ciento en 2019. Se trata de uno de los requisitos claves para que el Fondo Monetario Internacional siga prestándole divisas al país, y asegure una cierta estabilidad de las reservas internacionales. El otro punto en el que se concentró el Central fue la evolución de los agregados monetarios, es decir en el ritmo de emisión. “El agregado m2 subió un 21,1 por ciento en términos interanuales a inicios de agosto, lo cual es un ritmo significativamente inferior a la inflación”, indicó. No tuvo alternativa que aclarar en la oración siguiente que el ritmo de crecimiento de la base monetaria fue del 30,6 por ciento interanual. “Debe tenerse en cuenta que este crecimiento se ve exacerbado por los cambios introducidos en los requisitos mínimos de liquidez”, se justificó con lógica monetarista.

La nueva gestión del Central desactivó las metas de inflación como principal estrategia monetaria y comenzó a evaluar el ritmo de emisión de circulante en la economía. Armó un comité especial para hacer este seguimiento, el cual tiene poder resolutivo para tomar decisiones con las que se pueda reducir la emisión. La suba de los encajes para disminuir la liquidez fue una de las medidas con las que se avanzó en los últimos dos meses, al tiempo que se sostienen las tasas de interés. “Los esfuerzos que se están llevando adelante para reducir el exceso de liquidez en el sistema deberían comenzar a colaborar en la contención inflacionaria, aunque resulta prematuro ponderar estos beneficios en la coyuntura local (tras la corrida cambiaria iniciada en abril)”, indicó. En la entidad no lo dicen abiertamente, pero saben que la tranquilidad cambiaria lograda en las últimas semanas pende de un hilo. Bajar la tasa podría romperla. Otro evento internacional negativo tendría el mismo efecto. 

El comité que tendrá a cargo el seguimiento de la emisión monetaria y las decisiones de tasa está formado por cuatro economistas. En la mesa chica con poder resolutivo estarán el presidente, vicepresidente, un director y el subgerente de investigaciones económicas. “El comité tendrá a partir de ahora carácter resolutivo por votación de sus miembros. La función primordial será la determinación de la tasa de referencia, la tasa de operaciones de pase y de los instrumentos emitidos por el Central”, dijo el organismo. Aclaró que “el comité también tendrá la decisión sobre el corte de tasa de las Lebac”. Luis Caputo (presidente del Central), Gustavo Cañonero (vicepresidente), Enrique Szewach (director) y Mauro Alessandro (gerente principal de estrategia y comunicación de política monetaria) votaron por unanimidad en el comité de esta semana. En caso de empate en la votación, el presidente definirá los resultados.