A las 13.26, cuatro minutos antes de que se cumpla el plazo fijado por la Justicia, el ex interventor Luis Barrionuevo entregó las llaves de la sede y los libros de actas y contables del Partido Justicialista, que mantenía en su poder pese a que ya hace una semana que revocaron su mandato. De esa manera, por la tarde, al fin el sanjuanino José Luis Gioja pudo volver a ocupar formalmente el edificio del que había sido desalojado por un fallo de la jueza María Servini de Cubría, en abril pasado. Gioja tuvo la precaución de ingresar acompañado por una escribana, para que certifique el inventario de los bienes del lugar. Los muebles aparentemente estaban, pero se quejó de que encontró “todo lleno de mugre”, los ceniceros llenos de puchos y no estaban en su lugar los cuadros de Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner. 

“Es una bocanada de oxígeno bien grande”, definió, no obstante, Gioja su impresión al volver a ingresar a la sede del PJ luego de cuatro meses. El repuesto jefe del PJ insistió en su idea de colocar al peronismo como eje de un gran frente electoral nacional para “derrotar al neoliberalismo”. En este marco, adelantó que convocará para el jueves que viene a una reunión del pleno del Consejo Nacional junto a la Mesa de Acción Política y los presidentes partidarios de los distritos provinciales para delinear los primeros trazos de la estrategia electoral.

“Vamos a hacer un análisis de situación del peronismo, convocando a todos, abriendo las puertas de par en par”, explicó Gioja, que estuvo acompañado por la diputada del FpV-PJ Cristina Alvarez Rodríguez, el presidente del PJ bonaerense e intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y el ex gobernador de Santa Fe José María Vernet. 

En un fallo contundente, el 2 de agosto pasado la Cámara Nacional Electoral revocó la sorpresiva decisión de la jueza Servini de Cubría del 10 de abril, cuando resolvió la intervención a pedido de un grupo de sindicalistas cercanos a Barrionuevo. La Cámara consideró que el fallo tenía más condimentos políticos que jurídicos, a los que consideró fuera de lugar para una medida del calibre de la intervención judicial, a la que calificó como “excepcional”.

De esa manera, la Cámara terminó con la efímera gestión de Barrionuevo, quien había nombrado al dirigente Julio Bárbaro y al periodista Carlos Campolongo como sus colaboradores. El gastronómico asumió con la intención de alinear al PJ con el sector antikirchnerista que integran Miguel Angel Pichetto, Sergio Massa y José Manuel De la Sota. No tuvo mucho tiempo. El jueves pasado, seguramente al tanto de que revocarían su mandato, cerró la sede con llave y se fue de viaje. Ayer tuvo que devolverlas.