No lo pudo festejar en el cemento de Toronto, donde se bajó el último martes para darle descanso a su muñeca izquierda y así encarar con mejor forma la semana próxima el Masters 1000 de Cincinnati, la antesala del US Open, pero ayer Juan Martín del Potro tuvo motivos de sobra para alegrarse. Es que gracias a la caída del alemán Alexander Zverev frente al griego Stafanos Tsitsipas en el certamen canadiense, el tandilense consiguió subirse desde el próximo lunes al tercer escalón del ranking mundial, sólo detrás del español Rafael Nadal y del suizo Roger Federer. 

Sin dudas es un gran logro para Delpo y para el tenis argentino. Para el jugador, la ubicación que la ATP oficializará el próximo lunes cuando de a conocer la nueva confección del ranking será su mejor ubicación histórica hasta el momento. Para el país, el regreso al podio del tenis mundial. Hacía más de una década que la Argentina no tenía un jugador ahí. La última vez había sido en 2006, cuando lo logró el cordobés David Nalbandian; dos años antes lo había logrado el santafesino Guillermo Coria. 

El mejor de los argentinos en el ranking mundial fue Guillermo Vilas, número 2 en 1975; mientras José Luis Clerc ocupó el cuarto lugar en 1981. Detrás se ubicaron Gastón Gaudio, número 5 en 2005; Guillermo Cañas, número 8 el mismo año; Alberto Mancini, también 8 en 1989; Mariano Puerta, número 9 en 2005; Martín Jaite, 10 en 1990 y Juan Mónaco, también 10 en 2012. 

Del Potro logró su objetivo gracias a la victoria de Tsitsipas por 3-6, 7-6 (13) y 6-4 sobre Zverev, actual número 3 y a quien muchos imaginaban finalista en Toronto. La joven promesa griega, de 19 años, que jugará por primera vez semifinales de un Masters 1000, ya había dado la nota el jueves cuando borró del torneo nada menos que al serbio Novak Djokovic. Su rival en semis será el sudafricano Kevin Anderson, quien eliminó al búlgaro Grigor Dimitrov en sets corridos por doble 6-2.