¿El rosarino tiene conciencia arqueológica?Es una gran pregunta”, responde Gustavo Fernetti, quien pertenece al Centro de Estudios de Arqueología Histórica de la Universidad Nacional de Rosario. Es arquitecto y especialista en arqueología de rescate y patrimonio arquitectónico, que es hablar de la memoria de una ciudad.

-- ¿De qué hablan cuando hablan de arqueología de rescate o urbana?

-- Rosario se transformó mucho, las primeras arqueologías que existieron son de la década de los ‘80, principios de los ‘90, era una arqueología de objetos. Eso hoy se sabe, tenemos catálogos, listados de materiales. En esa época se empezaron a localizar sitios donde hubiera vestigios en base a documentación histórica. Ahora se empieza a trabajar en forma interdisciplinaria, hubo un cambio de paradigma científico tras un parate de 15 años, se vuelve a incorporar una nueva mirada sobre Rosario. Lamentablemente, la ciudad en todo ese tiempo se siguió transformando, pero quedaron cosas que antes no se miraban, pequeños basurales barriales en un conventillo, arrojamiento de basura en los márgenes de las vías del tren, esos relictos de la vida cotidiana se mapearon, se está haciendo arqueología sobre eso pero desde un análisis de menor intervención, mirar más que cavar. En los ’90, la escuela de Museología fomentó esto, tuvo varios proyectos valiosos que originó el arqueólogo Soccorso “Nino” Volpi.

 

Casa art-decó en Moreno al 400, restaurada en 2010 mediante subsidio.

 

-- ¿Que pasó con la Rosario colonial, por qué no hay vestigios?

-- En Argentina ya no hay más arquitectura colonial. El Cabildo, la casa del virrey Liniers, la Casa de Tucumán fueron muy intervenidas en la época del ‘40 siendo reemplazadas por las restauraciones. En la época virreinal, en 1810, en Rosario no había mucha arquitectura colonial porque era un pueblo de una arquitectura muy pobre, salvo la casa de material del vecino Acevedo, el resto eran ranchos, que es lo que se encontró en “la primera manzana”. (En 1998 la Escuela Superior de Museología encaró un proyecto arqueológico en el predio que hoy ocupa el Pasaje Juramento. En las excavaciones se hallaron numerosos restos murarios, fragmentos de cerámica varios entre 1790 y 1840, y lo más importante: un patrón de asentamiento antiguo, orientado a unos 30° respecto del eje norte sur y consistente con casas con sus patios en el centro de la manzana, donde se arrojaba la basura. También se hallaron restos de adobe del siglo XVIII y un aljibe de mediados del siglo XIX.

 

Cabin Nº3, en Parque Norte. A restaurar.

 

-- Es curioso este dato: la casa que fuera de Pedro Tuella, el primer cronista del Rosario, después fue propiedad del historiador Juan Alvarez.

-- Estaba en lo que sería hoy calle Juan Manuel de Rosas. Una vez entrevisté a una doctora de apellido Romano que la alcanzó a conocer. Era rara la casa. Se acordaba que tenía durazneros en el fondo, muy español, se traían porque daban leña y fruta, tenía un pasillo central y las habitaciones a los costados de los pasillos y con dos patios. Alvarez la toma y hace su biblioteca en la terraza, el lugar donde estaba la escalera era la pulpería o el abasto de Tuella, probablemente. Se demolió a principios de los ’60.

 

Montevideo al 2100. Restaurada.

 

-- ¿Qué hace el Programa de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónio de la Municipalidad de Rosario en estos casos?

-- Trata de acordar lo que hace el privado con el interés público. Esa es su función. No cualquier casa es preservable. Hay un catálogo que hizo la Facultad de Arquitectura con la municipalidad, entre 2006-2008, de miles de casas que no se pueden tocar luego de sancionarse la ordenanza 8245.  Se denomina “Inventario y Catalogación de Bienes del Patrimonio Histórico Arquitectónico y Urbanísticos de la Ciudad de Rosario”. Frente al capitalismo los bienes son inalienables, no podés impedir una demolición, no es legal a nivel constitucional. Lo que hace la municipalidad es regular lo que pasará con una casa antigua y patrimonial, atarla al Código Urbano… Rosario es pionera en conservación, aunque a la gente, es cierto, no le gusta que se esté demoliendo ahora lo que no está catalogado. Pero no se puede conservar todo porque “municipalizás” la ciudad y esto trae otros problemas.  Al estar catalogada en forma indiscriminada, sin selección, sin mirar qué hay alrededor, es posible que esa casa se abandone, como ocurre en algunos casos. La municipalidad no puede obligar a invertir. Lo novedoso es atar el patrimonio a cómo se construye, no a cómo se demuele.

 

Casa del pintor Julio Vanzo, en Cochabamba al 2100. A restaurar.

 

-- Una de las últimas demoliciones fue el centenario petit hotel de calle Corrientes 726 a pedido de la Bolsa de Comercio.

-- Es atribución del Concejo Municipal descatalogar una casa. En este caso, la municipalidad dijo que no había que demoler. La ordenanza que el mismo Concejo votó, después la deja caer para un caso particular. No creo que haya un volteado masivo de la ordenanza, que todo vuelva al año 2000. Dudo mucho que pase eso. Lo que sí me parece es que ese patrimonio de 2000 edificios debe contemplar ahora un programa interrelacionado y permanente entre la Facultad, el municipio, la cámara de hoteleros y la secretaria de Turismo.

-- Repasemos otros casos. El proyecto de mega construcción en calle Corrientes, entre Rioja y Córdoba.

-- Fue algo inesperado en el centro, un edificio monstruoso. Quién iba a adivinar esto, quién iba a adivinar que Arroyito se llenaría de edificios, que hubo que pararlos con una ordenanza, o las moles que aparecieron Parque Norte. Rosario quedó paralizada con la crisis del 2001 y no esperaba el boom inmobiliario, es como que nos acostumbramos a la malaria, que nos haya agarrado el boom por la soja o el negocio hizo colapsar la ciudad a nivel infraestructura, lo estamos pagando ahora”.

-- La Casa Rosa.

-- Es un problemón. Está en un terreno público (Rueda y Convención), en teoría habría que demolerla para que continúe calle Rueda, pero por otro lado es una de las casas más viejas de Rosario (1860-1870). No es una casa colonial, para mí es una construcción auxiliar de un primer ferrocarril.

 

Perpetuo Socorro (Alberdi y French).

 

-- La casa que fuera de Justo José de Urquiza, avenida Alberdi 1038 bis.

-- Presenta firuletes que son del año ‘20 pero lo que está abajo es de 1860. Es neo colonial, arquitectura italiana, igual que el palacio de Urquiza en Entre Ríos. Está catalogada. Perteneció al ex diputado Alberto Natale. Está en sucesión. No la pueden vender. Se va a conservar, el tema es en qué estado”.

-- Es un poco patético el circuito organizado del llamado casco histórico: el museo Estevez, pasaje Juramento, el monumento a la Bandera…

-- De lo que se trata es de encadenar. ¿Quién diseña ese encadenamiento? Si vos te vas únicamente a lo estético, te quedan el palacio Fuentes, el Jockey Club, lo habitual. ¿Qué pasa con las otras pequeñas casas? Hemos hecho algunos intentos, por ejemplo, Nino Volpe en 2016 organizó “El bestiario urbano rosarino” (una mirada antropológica sobre las figuras y alegorías de los frentes de la arquitectura rosarina que remiten a la mitología greco-romana, y los bestiarios medievales y sus significados). Ahora estamos tratando de poner en marcha el turismo científico, que puedas descubrir ciertos elementos arqueológicos dentro de la ciudad con la arquitectura como sostén. La municipalidad ha hecho otros intentos, el tour por las principales expresiones del Art nouveau y el Art decó en la ciudad. El problema es la sustentabilidad. No podés poner a empleados municipales que tienen otras funciones. El Ente de Turismo tiene guías privados a los que solemos darles materiales. De todas maneras no es algo sistemático.

 

Arco del Tiro Suizo (Raffo al 5000).

 

-- ¿Hay una conciencia arqueológica del rosarino?

-- Es una gran pregunta. ¿A cuántos nos interesan estas cosas? Yo siempre digo: “El patrimonio es muy lindo mientras la casa sea de otro”. La ciudad es muy compleja como para reducirla meramente al patrimonio. Es una ciudad que históricamente lo patrimonial es el resultado de negocios, las casas que ves son de tipos que hicieron mucha plata, y los herederos quieren seguir haciendo plata, haciendo edificios.

-- ¿Qué piensa del Museo de la Ciudad?

-- Es de otra época, pero le tengo simpatía. Quedó chico, era originalmente un museo de coleccionistas, del período 1890-1920, hace cien años, se podía mostrar la vida cotidiana con 10 objetos, hoy los objetos son miles, es un museo que quedó corto por una génesis vieja a pesar del esfuerzo admirable que hace el personal.