Alfredo Lazzeretti es rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, la ciudad en que nació. Se autodefine como "un hijo de la educación pública", ya que realizó todos sus estudios dentro del sistema público, primero en la Escuela Provincial N°61, después en la Escuela de Enseñanza Media N°1 César Gascón, y luego en la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP). 

Se recibió de contador público y cursó una especialización en administración financiera gubernamental, materia de la cual es profesor. Lazzeretti, que además preside la comisión de asuntos económicos del Consejo Interuniversitario Nacional, culminará su segundo y último mandato como rector en noviembre del 2025.

--¿Qué conclusiones saca de la marcha federal universitaria? 

--Las movilizaciones del martes fueron de una masividad muy importante y superaron a casi todas las que se realizaron con anterioridad. Sacando el festejo del mundial de Qatar, fue la movilización más grande de los últimos tiempos. La sensación que me deja es que la marcha fue un punto de inflexión en la historia y en la vida de muchísimas personas, y es un hito enorme en la construcción de la universidad pública en Argentina. Tuvimos la reforma de 1918, la gratuidad de 1949, y la incorporación en el texto de la Constitución de la autonomía y la autarquía, pero no tengo dudas que la marcha del 23 de abril es un hecho totalmente significativo y que cambió la mirada de mucha gente que participó de ella.

--¿A qué se refiere con que "cambió la mirada"?

--Surgirán liderazgos estudiantiles y se incrementará la participación de los estudiantes, no tengo dudas. Con la marcha federal universitaria se puso en marcha algo muy importante y muy transformador, no sólo para la universidad, sino para la sociedad en su conjunto. Son marchas inéditas en su coordinación y en su masividad. Además, tienen el valor de que fueron por el noble objetivo de defender la educación pública, y eso es maravilloso, porque la comunidad se puso en marcha para defender no un interés corporativo, no un interés gremial, sino la universidad gratuita.

--¿Por qué cree que la marcha federal universitaria movilizó tanta gente? 

--El acompañamiento masivo de la sociedad argentina, en más de 70 ciudades del país, obedece a que existe la convicción de que la educación pública es la que generó que Argentina sea lo que hoy en el concierto de las naciones del mundo. En este país siempre se ha priorizado educar a la sociedad y que el Estado tenga un rol preponderante a la hora de ejecutarlo, porque es un bien social y un derecho humano universal. Para nosotros, como universidades, es una enorme responsabilidad de ahora en más seguir llevando adelante las casas de altos estudios. Siempre, en todas las encuestas, se ve que la universidad argentina es una de las más prestigiosas, pero lo del martes lo plasmó en las calles. El mensaje estuvo ahí, y es una gran responsabilidad para el futuro.

--¿Y qué significa para la coyuntura política?

--Lo que ocurrió el martes, con la organización y la participación en las calles, es algo que está muy grabado en la conciencia de la gente, que ve que el derecho a la educación se pone en riesgo y sale a defenderlo como lo hizo el martes, en todas las calles. Es correcto y es un mensaje que eso haya pasado, porque las universidades efectivamente estamos en riesgo como consecuencia de que el Gobierno nacional no cree en nada que esté vinculado con el Estado. En hechos de este tipo se encadenan una multiplicidad de factores para que la sociedad haya salido a marchar junto a miles de jóvenes, que quizás en las últimas elecciones respaldaron a este Gobierno, y de modo alguno, sin saberlo, le dieron un cheque en blanco para llevarse puestas las instituciones, que incluso tienen leyes que regulan su ejercicio.

--Milei tuiteó que "los mismos vivos de siempre utilizaron el escudo de una causa justa para defender sus intereses", refiriéndose a políticos opositores y sindicatos. ¿Qué opina al respecto?

--La manifestación de ayer fue política, porque cuando los ciudadanos se preocupan por los problemas comunes todos hacemos política, y bienvenido sea. Desde la universidad reivindicamos la política y educamos a los estudiantes para que participen y se ocupen de la cuestión pública. Después, me parece de pésimo gusto las respuestas del Presidente, a quien le sugeriría, humildemente, que se dedique a gobernar y deje de tuitear, porque ya que tenemos enormes problemas por las ineficiencias que tiene todo su equipo de Gobierno y su gabinete.

--¿Por ejemplo?

--La dirección nacional de Gestión Universitaria, que es donde se tramitan todos los títulos de las nuevas carreras y la autorización de los planes de estudios, no tiene un funcionario a cargo desde el 10 de diciembre. Hay más de 1500 títulos parados por la ineptitud para gobernar. La gente lo eligió para gobernar, no para escribir tuits agresivos y despreciativos de la marcha. La de Milei es una típica actitud populista, porque busca degradar todo aquello que está entre su persona y la gente. Él dice que todas las intermediaciones no sirven, y eso es lo que caracteriza al populismo. Es una mecánica que, objetivamente hablando, es muy equivocada para el espacio de la universidad, una institución dinámica que elige sus autoridades electas en determinados períodos de tiempo. Él debería reflexionar y revertir su política de desfinanciamiento de la educación superior y del sistema de ciencia y tecnología, que es imposible de desligar de las universidades.

--¿Por qué?

--Porque el 80 por ciento de los investigadores, de los centros e institutos de investigación, funcionan en las universidades. Las partes de ciencia y tecnología, que antes recibían financiamiento del ya inexistente ministerio nacional, han sufrido un corte total de recursos y eso recae sobre las universidades nacionales. La universidad no sólo forma profesionales de calidad, también produce conocimiento que después es transferido al medio socioproductivo, además de hacer actividades de extensión y de inserción social. Milei debería dejar de agredir y de atacar, y dedicarse a gobernar para encontrar una unidad que financie al sistema público educativo. Desmanteló el Fondo Nacional de Incentivo Docente y dejó de imprimir libros para las escuelas primarias, no podemos admitir el orden de prioridades que él plantea. A eso también se debe la masividad de la marcha. La universidad pública ha sido una característica principal de la identidad argentina, y desconocer en la realidad es un error garrafal.

--¿Alcanza el aumento presupuestario que anunció la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello?

--Paradójicamente recibimos un pago el lunes, un día antes de la marcha. Son sólo anuncios que se realizaron antes de la manifestación, una picardía para tratar de desmovilizarnos, pero les salió mal. El incremento es del 70 por ciento sobre la partida de gastos de mantenimiento, valor que estaba congelado a enero de 2023 y que no rige para los salarios. El 70 por ciento bienvenido sea, reconocemos el esfuerzo, pero está muy lejos de recuperar la pérdida del poder adquisitivo, que ronda en un 300 por ciento, y sabe a poco a la hora de hacerle frente a un contexto de precios y tarifas que sigue creciendo. No sólo eso, sino que no hubo paritarias, porque se manejan discrecionalmente los aumentos que conceden, siempre por debajo o muy debajo de la inflación. Se ha perdido el 45 por ciento de los salarios, y se suspendió el programa de obra pública e infraestructura universitaria.

--¿Qué diálogo mantiene el Consejo Interuniversitario Nacional con el Gobierno?

--Los rectores que integramos el CIN ya agotamos la instancia de hablar con el subsecretario de Políticas Universitarias y el secretario de Educación, queremos que nos reciba la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, a la cual le haremos llegar nuestras inquietudes y escucharemos qué propuestas tiene para hacernos de manera concreta. Hemos dialogado con el resto de las autoridades en diciembre del año pasado, donde expusimos en manifiesto toda la situación, y lo mismo hicimos en enero, febrero, y marzo, pero no hubo ninguna respuesta. Hay un conjunto de problemas que hay que sentarse a discutir, nosotros mantenemos esa predisposición y a partir de ahí veremos qué pasa. No venimos aislados de los problemas de la sociedad, no es que no sabemos la situación económica que atraviesa el país, no estamos pidiendo que se nos aumenten las partidas, sino que se actualicen, para garantizar el funcionamiento.

--¿Cuál es la situación actual de la Universidad Nacional de Mar del Plata? ¿En qué hechos se vio plasmada la situación presupuestaria?

--El escaso financiamiento afecta a todo el sistema universitario público argentino. Somos 57 universidades que tenemos características muy dispares, algunas que tienen hospitales de clínicas que mantener, otras que están muy dispersas geográficamente, y otras tienen estructuras de terciarización de servicios, lo que hace que la situación en algunos casos sea muy grave. La UNMdP, por suerte, tiene las cuentas en orden y está bien económicamente. Pero por supuesto que, de continuar esta situación, más temprano que tarde estaremos atrás del mismo cuello de botella, porque hoy ya está pasando en muchas de las universidades nacionales. Además se terminaron todos los programas de extensión y de promoción de la ciencia, como los planes Construir Ciencia y Equipar Ciencia, sumado a que se acabó el plan de infraestructura universitaria. No llega ninguna partida adicional que complementen los gastos de funcionamiento, y eso deriva en una situación difícil y compleja. Por eso convocamos a la marcha del martes.

--¿Se paralizaron obras en la Universidad de Mar del Plata?

--Este Gobierno nacional cometió la gigantesca torpeza de querer identificar obra pública con corrupción, lo que es una absoluta locura. En Argentina se llevaban adelante una infinidad de obras públicas, por provincias y por municipios, y en la enorme mayoría de los casos se llevaban adelante de buena manera. Tenemos obras que se han frenado, como algunas que estaban financiadas por el ex ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, como el Centro de Investigaciones Marítimas, que se estaba realizando en el predio norte del faro Punta Mogotes. Venía funcionando a muy buen ritmo pero se paró en el receso de año nuevo porque no pagaron un sólo certificado más. Y tenemos otra obra, la ampliación del Complejo Manuel Belgrano, donde decidimos pagar nosotros los certificados para que la obra continúe, porque nos generará unos mil metros más de aulas que son fundamentales para acompañar el crecimiento de la universidad.

--Luego de la movilización, se realizó una asamblea en la universidad. ¿Qué temas se abordaron?

--Justo coincidió que habíamos fijado la asamblea para ese día, ya que por estatuto, cada abril tenemos que hacer una rendición de cuentas de la universidad, dar cuenta de lo hecho en el año anterior y con eso proyectar el año próximo. A diferencia de lo que pasa cuando el Presidente o los gobernadores hablan ante sus asambleas legislativas, acá del otro lado la gente opina, critica y hace preguntas, asi que se da un ejercicio muy interesante. Claro está que, al ser posterior a la marcha, había una enorme alegría por el acompañamiento que recibimos las universidades nacionales en todo el país, se reflexionó sobre eso y se valoró la situación. Tenemos el optimismo de que esto genere un cambio de rumbo de las política del Gobierno, porque la mirada de la asamblea apuntó hacia lo que será el futuro después de semejante movilización.

--Como titular de una universiad nacional situada en territorio bonaerense. ¿Qué rol cumple el Gobierno provincial en la vida institucional?

--El financiamiento depende de Nación, pero la Provincia tiene un rol muy importante con respecto al boleto estudiantil, el subsidio que se le da a cada estudiante mediante la tarjeta Sube, con 45 boletos mensuales. En Mar del Plata, como el transporte está regido por el municipio, tuvimos una implementación tardía del boleto universitario, que se implementó recién en marzo de 2023. Pero ese es un rol importantísimo del Estado bonaerense, que acompaña el esfuerzo de los estudiantes con más de 20 mil boletos. Es un esfuerzo imprescindible, en una situación que se volvió más compleja luego de la suspensión del Fondo Compensador, que era de donde surgía el dinero. Provincia llevó su demanda a la Corte Suprema de Justicia de Nación para tratar de resolverlo, asi que veremos hasta donde se puede sostener esta política que nos parece vital, están haciendo un esfuerzo enorme por mantener todas las políticas de bienestar estudiantil. Si bien en Argentina la universidad es no arancelada, después se deben dar condiciones particulares para que los estudiantes puedan asistir y mantenerse cursando, en condiciones personales y familiares muy complejas.

--¿Las universidades nacionales tiene un objetivo concreto de cara al futuro?

--Estamos nucleados en el CIN, somos 20 rectores que nos reunimos regularmente para monitorear y trabajar cuestiones comunes. Vamos a seguir interactuando con el Poder Ejecutivo y Legislativo, hemos tenido una reunión muy positiva con la comisión de Educación de la Cámara de Diputados de la Nación, donde manifestamos la necesidad que la Cámara se expida con un presupuesto para las universidades. Lo seguiremos haciendo hasta que se alcance la mayoría y dialogaremos con el Ejecutivo, porque más allá de las diferencias, hay que encontrar puntos de coincidencia que nos permitan seguir adelante. Veremos qué ha pasado, cómo ha impactado la marcha en el Gobierno y mantendremos la idea de garantizar el normal funcionamiento de las casas de estudios.