Murió la joven de 34 años que había sido internada en grave estado tras realizarse un aborto clandestino. Había ingresado a la guardia del hospital Belgrano, en San Martín, donde le practicaron una histerectomía de urgencia. A pesar de perder el útero, la mujer que tenía un hijo de dos años no sobrevivió. El Senado rechazó el miércoles pasado la legalización del aborto y decidió que su práctica continuara en la clandestinidad.   

Elizabeth vivía en un barrio humilde de José León Suarez y el domingo ingresó a la guardia con un shock séptico, una infección generalizada, por intentar interrumpirse el embarazo con un tallo de perejil.  “Hace años que no recibíamos un caso con perejil en las guardias. La ilegalidad somete a las mujeres más pobres a las prácticas más desesperadas”, le contó a Página/12 una médica que tuvo acceso al caso pero que prefirió preservar su nombre.

En el Hospital Belgrano le extirparon el útero para que la infección no siguiera avanzando y derivaron a la joven a un hospital de mayor complejidad en Pacheco, donde quedó internada en terapia intensiva hasta que murió esta madrugada. “Esto es lo que nos deja la clandestinidad, porque ahora a las chicas les cuesta más conseguir a alguien que les haga un aborto en mejores condiciones o les ponga una sonda, que aunque por supuesto es inseguro no es lo mismo que meterse un tallo de perejil. Las chicas tienen muchísimo temor a ir presas”, agregó la médica.

La información fue confirmada también por la presidenta del Observatorio Ni Una Menos y coordinadora de la agrupación MuMaLa, Raquel Vivanco. “Murió E, la joven de 34 años que ingresó a una guardia de un hospital bonaerense luego de un aborto clandestino. Este es el resultado de la votación en el Senado. No les importa la vida de las mujeres. Aborto Legal o aborto clandestino esa es la discusión”, escribió en su cuenta de Twitter.

El caso de Elizabeth –que no es el verdadero nombre de la joven- fue dado a conocer ayer por la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, una agrupación conformada por médicos y profesionales de la salud a favor del aborto legal. “Con 24 años se encuentra internada peleando por su vida”, habían informado ayer en un comunicado donde también recordaron que “la gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, dijo que la aliviaría que el aborto siga siendo clandestino”.

Desde la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito lamentaron la muerte de otra mujer joven en manos de la clandestinidad y responsabilizaron a los diputados que votaron en contra de la legalización. "¿Cuántas mujeres y personas gestantes muertas más van a necesitar para entender que el aborto debe ser legal, seguro y gratuito en Argentina? La clandestinidad no salva ninguna vida. La clandestinidad mata. Por "Elizabeth" y tantas otras, ¡será Ley!", remarcaron en un comunicado.

El ex ministro de Salud Daniel Gollán también lamentó esta muerte evitable. "Decenas de ellas hemos visto entrar a nuestros hospitales con cuadros sépticos y sabemos que, casi siempre, el desenlace será fatal. Es muy injusto", compartió el médico y ex funcionario.

“La clandestinidad es esto, gobernadora, es lo que están viviendo esta mujer y su familia”, sostuvieron los profesionales de la Red cuando aún la joven peleaba por su vida. “¿Todavía queda alguna duda de que la clandestinidad pone en riesgo la salud de las mujeres y personas gestantes? ¿Todavía queda alguna duda de que tenemos que dar una respuesta desde el sistema de salud?”, seguía la denuncia de los médicos.

En las redes sociales, los usuarios compartieron la triste noticia con el hashtag #ElSenadoEsResponsable por rechazar por 38 votos contra 31 el proyecto que ya contaba con media sanción y proponía la interrupción voluntaria del embarazo. Muchos también le compartieron en Twitter la noticia a la vicepresidenta Gabriela Michetti que festejó el resultado de la votación con un “¡vamos todavía!”.

En las audiencias informativas donde se debatió el proyecto durante cuatro meses, el propio ministro de Salud confirmó la grave realidad de los abortos clandestinos. Según Rubinstein, en el país se realizan 354.627 abortos al año, 984 al día, 41 por hora. Producto de las complicaciones de esos abortos unas 70.200 mujeres deben ser hospitalizadas algo que con la legalización se reduciría drásticamente a 1.445 internaciones, según detalló el funcionario. La legalización haría que las muertes por abortos inseguros pasen a ser un 92 por ciento menos.

Un día antes de que el Senado tratara el proyecto por aborto legal, que finalmente fue vetado, otra mujer, de 34 años, era internada en Mendoza con una hemorragia, fiebre y una avanzada infección. También debieron extirparle el útero. El domingo anterior se conocía la muerte de Liliana Herrera, de 22 años, en Santiago del Estero, también víctima de un aborto clandestino.