Barcelona recordará hoy a las víctimas del atentado en La Rambla al cumplirse un año del ataque islamista radical que dejó como resultado 16 muertos y más de 130 heridos. A pesar de las tensiones que existen entre las distintas administraciones, habrá actos conmemorativos en los que participarán el rey, el gobierno español y el catalán, y el ayuntamiento de la capital catalana. Ayer, las víctimas denunciaron abandono por parte de las autoridades y pidieron a sus gobernantes que los actos de homenaje no se politicen.

La recientemente creada Unidad de Atención y Valoración de Afectados por el Terrorismo (Uavat), que aglutina a víctimas de atentados, aseguró que el proceso independentista catalán, que tuvo a España en vilo a partir de septiembre del pasado año, opacó la atención pública y mediática de las personas que sufrieron los ataques. “Una vez que empezó todo el lío político en Cataluña, todo eran noticias del ‘procés’. Ni una sola reseña de una víctima que dijera que estuviera bien o mal cuidada”, dijo en rueda de prensa Roberto Manrique, víctima de un atentado de ETA y portavoz de la Uavat.

“Ha sido un año durísimo, de miedos, dolor, soledad, incomprensión. Un año en el que ningún partido político, asociaciones u organizaciones se han interesado por saber cómo estamos”, dijo, por su parte, Ana Cortés, una mujer que el 17 de agosto de 2017 esquivó la furgoneta que perpetró el atropello masivo en La Rambla de Barcelona. 

Además de las críticas al gobierno catalán, las víctimas de los ataques de la célula islamista radical pidieron también a la clase política una tregua para que el viernes sea un día de recuerdo y homenaje sin disputas políticas. “Pedimos a la clase política que hagan una tregua, que no utilicen el dolor ajeno para hacer política”, dijo Manrique.

El acto central de homenaje tendrá lugar este viernes en la Plaza de Cataluña de Barcelona, donde coincidirán el rey Felipe VI; el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez; el jefe del Ejecutivo de Cataluña, el independentista Quim Torra, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. La presencia del monarca español está rodeada de polémica ya que los independentistas catalanes lo rechazan por su postura crítica con el proceso soberanista.El presidente catalán había dicho el 22 de junio pasado que no volvería a invitar al rey a ningún acto convocado por su gobierno mientras aquel no se disculpara por su discurso sobre el referéndum catalán de autodeterminación del 1º octubre de 2017. En aquel entonces, el rey no condenó la represión policial de aquel día y afirmó de que los legítimos poderes del Estado debían asegurar el orden constitucional. 

Sin embargo, esta vez fue el Ayuntamiento de Barcelona quien ha dirigido la organización del acto de recuerdo de las víctimas, donde estarán presentes todos los partidos catalanes, menos la Candidatura de Unidad Popular (CUP). En un comunicado, el partido antisistema justificó su ausencia en protesta por la venta de armas por parte de España a Arabia Saudita. La CUP denuncia que la monarquía española patrocina la venta de armamentos –afirma que el último gran acuerdo entre ambos países fue en 2016 gracias a la mediación de Felipe VI– con países que, según la agrupación, tienen vínculos con el Estado Islámico, informó el diario catalán La Vanguardia. Según se lee en el documento, la CUP trasladó a la Generalitat la petición de organizar un acto paralelo sin la presencia de cómplices que se enriquecen con la muerte, como calificaron a la monarquía, pero admitieron que su solicitud fue rechazada.

El soberanismo catalán organizará, entonces, su propio homenaje a continuación –con la asistencia de Torra– delante de la prisión de Lledoners (Barcelona), donde están encarcelados preventivamente políticos catalanes procesados por rebelión en relación con el proceso independentista ilegal de 2017. 

El acto principal, en el que se homenajeará a las víctimas, los familiares, los cuerpos de seguridad y los servicios de emergencias, será una ceremonia institucional sobria y sin discursos, con el lema “Barcelona, ciudad de paz”. Sin embargo, ya ayer en La Rambla, el bulevar más famoso de Barcelona, las velas y las flores regresaron para homenajear a los que murieron allí hace un año. Colau se sumó también ayer a la conmemoración y recordó a las víctimas. “Mostremos una vez más que somos una ciudad abierta y solidaria, orgullos de su solidaridad y contraria a la guerra y a la violencia, una ciudad de paz, que con ternura no olvidará nunca los nombres de los fallecidos”, expresó la alcaldesa.

El 17 de agosto de 2017, una camioneta blanca se metió en la calle peatonal de La Rambla desde Plaza de Cataluña, llevándose por delante a todos los transeúntes que encontró. Se detuvo 500 metros después y el responsable se dio a la fuga. Cuatro días después, el 21 de agosto, el terrorista, identificado como Younes Abouyaaqoub, murió en manos de la policía.

El relato de los Mozos de Escuadra (policía de Cataluña) sobre lo sucedido están sintetizados en un documental que se estrenará hoy. El film titulado “Cronos, dies de foscor” (“Cronos, días de oscuridad”, en catalán) fue hecho por Mozos y dirigido a Mozos, según explicó la policía. Se trata de la reconstrucción de los agitados días de la operación Cronos, como se llamó al operativo para encontrar al perpetuador del atentado. 

La policía catalana declaró, en su momento, que cuando fue descubierto agazapado entre viñedos en Subirats (a 40 kilómetros de Barcelona), Abouyaaqoub se abalanzó contra los Mozos mostrando lo que parecía un chaleco bomba (que luego se comprobó que era simulado). Los agentes abrieron fuego, el terrorista cayó al suelo, se reincorporó y se dirigió otra vez contra los policías, hasta que fue finalmente derribado. Sin embargo, todavía está en proceso la investigación para dar con los autores intelectuales del ataque.