El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, visitó ayer el Museo de la Memoria de Chile, que recoge las violaciones de derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, y se reunió con la senadora Isabel Allende, hija de quien fuera presidente del país Salvador Allende. Anteayer Sánchez había visitado al presidente Sebastián Piñera en el Palacio de la Moncloa

En su segunda y última jornada de visita a Santiago de Chile dentro de la gira latinoamericana que realizará hasta el viernes, Sánchez incluyó sobre la marcha en su agenda esa visita al Museo de la Memoria y la reunión con la hija de Allende. 

Tras una reunión con empresarios de su país, el jefe de Gobierno de España tuvo también un encuentro con los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, los socialistas Maya Fernández -nieta de

Allende- y Carlos Montes, respectivamente, encuentro al que se sumó el jefe del socialismo local, el senador Álvaro Elizalde.

El jefe del Ejecutivo, en pleno debate en España por la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, decidió desplazarse hasta el Museo de la Memoria, donde recorrió diversas dependencias y se detuvo especialmente frente a una pared del edificio que cuenta con centenares de fotografías de víctimas de la dictadura de Pinochet. 

En su firma en el libro de honor de la institución, Sánchez expresó su esperanza de que la memoria democrática de España y Chile “alumbre un futuro de paz”. Fuentes españolas destacaron la emoción del presidente del gobierno por visitar Chile en general y el museo en particular. También informaron de que en la reunión que mantuvo previamente con los presidentes del Congreso y el Senado de Chile dijo que él se hizo socialista a raíz de los acontecimientos que vivió ese país durante la dictadura de Pinochet (1915-2006). 

Desde el Museo de la Memoria, Sánchez se trasladó hasta la casa de Isabel Allende, en el barrio de Providencia, que conserva partes intactas de la etapa en la que fue la residencia de su padre, Salvador, entre ellas el despacho y la biblioteca  del que fuera presidente chileno entre 1970 y 1973. Allí recibió de manos de su hija la medalla presidencial de Salvador Allende.

“Cargado de simbolismo y de emoción recibo esta medalla presidencial de Salvador Allende de manos de su hija y senadora Isabel. Dueños de nuestro propio destino, nosotros construimos nuestra democracia y forjamos nuestra libertad”, escribió Sánchez en su cuenta de Twitter tras recibir esa medalla. 

Posteriormente, el presidente del gobierno se trasladó hasta la residencia del embajador para mantener un encuentro con la colectividad española que reside en Chile. En la recepción que ofreció a la colectividad española. 

Sánchez, ratificó  su compromiso de avanzar en la modificación del denominado “voto rogado” (voto de los ciudadanos que se encuentran fuera del país). El jefe de gobierno expresó esa determinación en su viaje a Chile, parte de una gira latinoamericana por cuatro países. 

En su intervención, el jefe del Ejecutivo recordó la numerosa presencia de españoles en Chile y el hecho de que muchos de ellos tuvieran que viajar a este país huyendo de la Guerra Civil y la persecución en la posguerra. 

Tras agradecer a Chile la acogida dispensada también a quienes llegaron al país a causa de la reciente crisis económica, consideró que todos ellos suponen la mejor carta de presentación de España. 

“Chile os necesita, pero España no puede daros la espalda, y ese es el compromiso que quiero asumir”, subrayó. Por eso ratificó en este acto con la colectividad el compromiso de modificar el denominado “voto rogado” para facilitar la participación de los españoles que residen fuera de España en los procesos electorales del país.  Una consideración que fue acogida con aplausos de los asistentes al acto en la residencia del embajador en Chile. 

“España, por justicia y por dignidad, quiere y debe escuchar a todos sus ciudadanos vivan donde vivan porque, sin vosotros, nuestra democracia no puede entenderse completa y plena”, aseguró. 

Sánchez subrayó que inició en Chile su gira latinoamericana con el mensaje de que representa “la España que quiere escuchar”, abierta al mundo y que proyecta lo mejor que tiene, su capital humano. 

Este acto fue el último de la agenda en Santiago de Chile del presidente del gobierno español y al término del mismo se desplazó hasta el aeropuerto de la capital para emprender viaje al segundo país de su gira latinoamericana, Bolivia. Allí, en Santa Cruz de la Sierra, se reunió ayer por la tarde con el presidente boliviano, Evo Morales para proseguir luego su viaje a Colombia y Costa Rica.

Este es el primer viaje que realiza Sánchez fuera de la Unión Europea desde que asumió el cargo como jefe del Gobierno, el 2 de junio, tras la moción de censura que separó de la jefatura de Gobierno al conservador Mariano Rajoy.