Los depósitos en dólares del sector privado pasaron de 9305 a 21.482 millones de dólares entre diciembre de 2015 e igual mes de 2016, al aumentar en 12.177 millones, es decir una suba de 130,9 por ciento. En el último Informe sobre Bancos del Central se precisó que el alza de los depósitos en moneda extranjera se concentró a partir de octubre por el efecto del blanqueo de capitales. Inversores que decidieron exteriorizar billetes e ingresarlos al país debieron dejar depositados los recursos por seis meses en cuentas bancarias del sistema financiero local.

En noviembre, los depósitos ya sumaban 19.487, con un incremento del 31 por ciento respecto del mes anterior. Estos dólares explicaron gran parte del aumento de las reservas internacionales en 2016, las que se incrementaron en 13.208 millones, para cerrar en 38.722 millones. Las reservas del Banco Central computan entre sus divisas dólares de cuentas bancarias que se encuentran en encajes (inmovilizados) o que no se destinan a préstamos financieros.   

Los depósitos en dólares del sector público, aunque no se precisaron los montos, también aumentaron entre noviembre de 2016 y el mismo período de 2015, según el reporte mencionado. “En términos interanuales los depósitos en moneda extranjera del sector público subieron un 160 por ciento”, celebró el documento. Este avance se explicó por el fuerte endeudamiento externo al que se lanzó el Gobierno el año pasado, lo cual dejó como resultado emisiones de deuda con extranjeros por casi 50.000 millones de dólares. Gran parte de estos recursos, no obstante, se destinaron a financiar la salida de capitales por atesoramiento, turismo y giro de utilidades, al tiempo que se emplearon para cubrir el desequilibrio fiscal. El Tesoro tenía cerca de 1500 millones de dólares depositados en sus cuentas bancarias en diciembre de 2015. Por ello, la suba de 160 por ciento en 2016, cuando ingresaron 50.000 millones por deuda, indica las tensiones alarmantes de la economía para retener divisas.

La autoridad monetaria destacó en el informe sobre bancos que hay un repunte en la actividad económica a partir de noviembre. En ese mes “el saldo nominal de crédito (en moneda nacional y extranjera) canalizado al sector privado creció 4 por ciento con respecto a octubre, siendo el incremento más alto en lo que va del año. De esta manera, el financiamiento al sector privado evidenció una variación mensual positiva en términos reales (2,4 por ciento) por cuarto mes consecutivo, acumulando un incremento real de 7,0 por ciento desde julio”, precisaron. Pese a cierto repunte del crédito, los principales indicadores de consumo y producción continuaron arrojando fuertes contracciones en los últimos meses de 2016. La industria, la construcción, las ventas de cemento, la demanda de alimentos, entre otros, fueron algunas de las actividades que evidenciaron importantes retroceso.

La entidad a cargo de Federico Sturzenegger no tiene un buen historial para el pronóstico. En sus informes trimestrales sobre la evolución de la política monetaria y la coyuntura económica presenta un indicador adelantado de actividad, con lo cual se busca predecir el comportamiento del mercado interno para los próximos meses. En el segundo trimestre, cuando presentó en conferencia de prensa el documento, aseguró que, gracias a este indicador, la entidad podía afirmar una recomposición de la demanda agregada para la segunda mitad del año. No hubo reactivación e incluso los “brotes verdes” como el de los despechos de cemento fueron falsa alarma.