El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunciará hoy a las 9:45 horas una serie de medidas económicas destinadas a garantizar nuevos desembolsos del FMI y el repago de la deuda pública. El paquete incluiría la fijación de retenciones a las exportaciones agroindustriales de entre un 5 y un 10 por ciento para mejorar los ingresos y nuevos recortes en el gasto público. De ese modo, se buscará avanzar con la reducción del déficit fiscal y llevar tranquilidad al mercado para que el dólar no vuelva a dispararse y los bonos y las acciones se recuperen. También se anunciaría un aumento de la Asignación Universal por Hijo para intentar compensar el impacto que está provocando la inflación. Quedarían fuera del gobierno los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Las novedades llegan luego de un fin de semana donde arreciaron las versiones, motivadas por la fuerte interna que la crisis desató al interior del gobierno. De hecho, el propio Dujovne, quién hoy viajará a Washington para renegociar el acuerdo con el FMI, estuvo a punto de ser desplazado por Carlos Melconian, a quien no le aceptaron, al menos por ahora, algunas de las condiciones que puso para ponerse al frente del diseño la política económica. Igual varias de las medidas llevan su sello, pues fue Melconian el encargado de sugerirle al presidente Mauricio Macri que aplique retenciones. Si los mercados no reaccionan como el gobierno espera y la corrida se agudiza, tal vez en las próximas semanas sea finalmente Melconian quien avance con la implementación de los anuncios. 

En lo que va del año el dólar minorista se disparó de 18,95 a 38 pesos (100,5 por ciento) y solo en agosto trepó cerca de 35 por ciento. La semana pasada fue una de las más difíciles en materia financiera. El descalabro se inició el miércoles cuando el presidente Macri dio una conferencia de prensa de apenas 1’ 42’’ para anunciar que había acordado con el FMI “adelantar todos los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa financiero del año próximo”.  Fuentes oficiales informaron luego que a raíz de ello en 2019 estarán disponibles los 29.000 millones del préstamo del FMI que inicialmente iban a llegar en 2020 y 2021. La noticia buscó dejar en claro que el pago de la deuda no corría riesgo. Sin embargo, horas después quedó claro que Macri dio por cerrado un acuerdo que todavía se estaba negociando. La mentira presidencial agudizó la desconfianza entre los inversores y ese día el riesgo país subió, los bonos cayeron, el dólar se disparó un 7,5 por ciento, pese a que el Banco Central vendió 396 millones de dólares. 

El jueves quien habló antes de la apertura de los mercados fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña. “No estamos ante un fracaso económico”, aseguró y el mercado le respondió con un golpe todavía más demoledor. El riesgo país trepó a 780 puntos, los bonos en moneda extranjera cayeron hasta 6 por ciento, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York se desplomaron hasta un 18 por ciento y el dólar subió otro 15,6 por ciento. 

El golpe fue tan fuerte que el gobierno se resquebrajó y las internas recrudecieron como nunca antes. Ese mismo jueves un sector del gobierno dejó trascender que Macri, evaluaba incorporar como ministro de Economía a Melconian, con quien suele conversar habitualmente sobre temas económicos. El propio Melconian fue ese mismo jueves por la noche al programa Código Político de TN y, si bien se presentó como un analista, expuso su plan para salir de este escenario casi como si ya fuera ministro. Allí dijo que el plan oficial para salir de esta situación delicada que atraviesa la economía no solo incluiría un adelanto de fondos por parte del FMI sino también el compromiso de llevar la meta fiscal de 2019 de un déficit primario de 1,3 por ciento a cero. Además, aclaró que esa baja adicional del rojo no se lograría con mayores recortes presupuestarios sino con la aplicación de retenciones a las exportaciones agroindustriales. El desembarco de Melconian contaba con el visto bueno del amigo del presidente Nicolás Caputo y otros históricos del PRO. Incluso los radicales dieron el visto bueno, pero la mala relación del ex presidente del Banco Nación con Marcos Peña por ahora frenó su llegada, aunque parte de su plan se anunciará hoy.

Al mismo tiempo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, hicieron lobby para cerrar un acuerdo con el peronismo no kirchnerista que podía incluir la designación como ministro de Economía de Roberto Lavagna o incluso del propio Frigerio. El coqueteo con los peronistas puso en guardia a los radicales y en especial a Elisa Carrió, quien el sábado dejó en claro que esa alianza era su límite. “Si vas a tener oportunistas y traidores en Cambiemos me vas a perder a mí”, le mandó a decir a Macri a través del diario Clarín.

Dujovne empezó a ver que las distintas alternativas que se estaban barajando no lo contemplaban. Entonces puso su renuncia a disposición del Macri, quien por ahora no se la aceptó. En eso mucho tuvo que ver Peña, quien es el verdadero sostén del ex columnista de la señal de noticias TN. Las últimas versiones indicaban anoche que Peña perdería a partir de hoy a Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, sus vicejefes de Gabinete, pero al menos conserva a Dujovne y, lo más importante, su propia silla.