El Gobierno no sólo restableció las retenciones sino además las impuso en actividades históricamente exentas. “Es una novedad gravar las exportaciones de servicios con derechos de exportación. En general, se les aplica el IVA. Va contra todos los principios tributarios de no exportar impuestos”, explicó Lucas Gutiérrez, integrante del departamento contencioso tributario del estudio Lisicki, Litvin & Asociados. Desde Argencon, que agrupa a empresas prestadoras de servicios basados en el conocimiento, aseguraron a un matutino porteño que esperarán a ver la instrumentación y el formato jurídico de los anuncios, pero que la mayor preocupación es que la medida no sea de carácter excepcional y se establezca como un nuevo impuesto fijo. El presidente de la Cámara de la Industria Argentina del Software, Aníbal Carmona, coincidió en el carácter inédito de un impuesto a la exportación de software. “Nuestro problema es lo inédito de esto cuando la exportación de software se favorece en el mundo. Sabemos cómo termina: más subsidiarias en el exterior”, concluyó Carmona.