¿Qué será de la vida de esos extras de telenovela que la cámara no tiene en cuenta? Una kiosquera, por ejemplo, que le vende un chicle a un galán interpretado por Luciano Castro. Esa particular idea, y personaje, fue la génesis de Protagonistas, serie web creada, escrita y actuada por Cecilia Marani, Camila Peralta y Ailín Zaninovich (quien además oficia de directora). El proyecto de seis episodios puede verse de manera íntegra en plataformas digitales como UN3.tv, Cine.ar y Youtube, pero tiene un vínculo directo con su hermana mediática mayor. “Hacíamos chistes con la idea de que íbamos a componer a fondo a esa kiosquera, así como todos los personajes más chicos de las telenovelas, también tienen una historia atrás, sólo que no se ve porque las cámaras no los siguen”, cuenta Marani a PáginaI12.

“Los hechos, sentimientos y /o / u personajes del siguiente programa no son ficticios. Cualquier semejanza con la realidad es adrede”, anuncia el cartelón de apertura como para dejar en claro que aquí trastocar las reglas es ley. El producto resalta por su frescura en el formato con una historia por episodio, su respectivo contexto y personajes sin parentesco entre ellos más allá del título, la intención cómica y los responsables que atraviesan el conjunto. El primero de sus cortos (ninguno supera el cuarto de hora) es el más cercano al sainete con un trío de manochantas dándose a la fuga. Vendrán, luego, los sueños de unas asiduas visitantes de castings que viven animando fiestas infantiles disfrazadas de princesas. La locura mediática también aparece en un programa de chimentos donde se revela que su conductora es caníbal. Un grupo de acumuladoras compulsivas de Palermo Soho serán registradas en un documental con su inefable doblaje en castellano neutro. Pero claro que hay un hilo conductor y lo evidencia el sexto episodio donde los personajes secundarios protagonizan su propio culebrón. “Nos divirtió la idea de que la cámara pudiera determinar quién es el protagonista en cada historia. Así pasa en la vida. Hacemos la fila en el banco con otras personas de las que no sabemos nada, y en nuestras vidas esas personas funcionan como los extras de una telenovela, y nosotros funcionamos como extras en la vida de ellos. Pero todos los que somos extras en la vida de alguien también somos protagonistas en la vida de otro alguien”, expresa la actriz.

Se trata de una serie declaradamente feminista pero sin rótulos ni subrayados. “Entendemos lo importante que es abordar un proyecto teniendo muy presente la perspectiva de género. En la serie levantamos esa bandera, aunque de una forma más bien implícita: no se pronuncia la palabra “empoderamiento”, pero a lo largo de la serie se pueden ver mujeres ocupadas en sus deseos y objetivos. Algunas son más sensibles, otras menos, tienen problemas familiares y otras más bien profesionales, pero en ningún capítulo el conflicto gira en torno a la figura de un hombre ni hay peleas entre mujeres por celos o envidia”, desliza Marani. A su modo, Protagonistas amplía el clan de Juana y sus hermanas. Así que esta multiplicidad de criaturas bien podría discutir con la china del supermercado, psicoanalizarse con Ruth o afrancesarse como Lulu. La mención a aquel envío no es por su referencia inevitable en el humor campeado por mujeres sino por un detalle olvidado de aquella entrega de comienzos de los ‘90. Cada una de los alteregos de Molina era –según se contaba– una respuesta a la exposición titánica de catodismo televisivo. Este abanico tampoco desentonaría tampoco con otras troupes teatrales como Las Ramponi o la webserie Tarde Baby. Marani aporta una más: “Queremos copiarnos conscientemente de las chicas de Piel de lava, que son unas genias y armaron una compañía en la que generan materiales interesantes sin parar”.  

Protagonistas resultó ganador de la última Bienal de Arte Joven de Buenos Aires para formatos digitales, y tuvo un largo periplo por festivales de su tipo. Sus creadoras reconocen que el formato les resultó idóneo para explorar en tiempo, tratamiento estético y lo sonoro.  ¿Les quedaron otras protagonistas por retratar? Más de cincuenta géneros con sus respectivas historias, figurantes y/o sujetos trascendentales de su propia narrativa. “No teníamos la intención de que los personajes de un capítulo tuvieran similitudes con los personajes de otro porque queríamos mostrar justamente esto de que hay miles de historias ocurriendo cerca o lejos. Esas historias no tienen que ver necesariamente con nosotros y quizás no nos importen, pero hay otras personas para las que una de esas historias es la más importante del mundo”, cierra Marani.