La Selección italiana se impuso ayer 3-0 (25-20, 25-21, 25-23) ante Japón, en el partido inaugural del Mundial de Voleibol 2018, disputado en el Foro Itálico de Roma. El local, tres veces campeón mundial (1990, 1994 y 1998), impuso su gran potencial ofensivo y derrotó a un rival que había sido capaz de ganar el último encuentro ante los italianos, en junio pasado en la Liga de Naciones. El seleccionado italiano no le dio opción a los japoneses, y selló la victoria en una hora y media para empezar de la mejor manera su camino en el Grupo A, en el que competirá también con Argentina, Bélgica, Eslovenia y República Dominicana.

El duelo se jugó al aire libre del Foro Itálico, después de que el Comité Organizador del Mundial analizara durante algunos días la posibilidad de postergarlo por el riesgo de lluvia, pero finalmente, los dos equipos pudieron enfrentarse con cielo despejado. 

Ambas selecciones cometieron varios errores en la fase inicial y el encuentro estuvo globalmente igualado hasta el 17-16 a favor de Italia, antes de que los locales lograran un parcial de 7-2 para tomar ventaja 24-18. Con dos saques directos de su capitán, Ivan Zaytsev, ambos lanzados a 132 kilómetros por hora, Italia se llevó el primer parcial por 25-20. 

El segundo set tuvo un tono parecido, con Japón que se sostuvo al comienzo y que, poco a poco, sucumbió ante el poderío ofensivo de los italianos. El seleccionado de Blengini consiguió escaparse 20-16 para imponerse con un 25-21 final. Tras conseguir el 2-0, Italia bajó la intensidad y Japón lo aprovechó para conseguir su primera ventaja en el partido, con un 8-6 en el marcador del tercer set. 

En ese contexto, Blengini pidió un tiempo muerto para reorganizar las estrategias de su equipo; ante un Japón más agresivo, e Italia logró recuperar el mando del juego. Osmany Juantorena, de origen cubano, marcó el punto  definitivo, y desató la euforia de las más de 11 mil personas que llenaron las gradas del estadio central del Foro Itálico. 

Italia es una seria candidata al podio en este Mundial, que tiene un formato largo. Habrá tres fases de grupos, la primera con llaves de seis equipos, la segunda de cuatro y la tercera de tres, antes de unas semifinales y de la final, prevista en Turín para el 30 de septiembre.

Las dos primeras fases se disputan en parte en Bulgaria, donde la Selección de ese país comenzó ganando ayer 3-0 (25-21, 25-19, 25-22) a Finlandia, en Sofía.

Los otros aspirantes al título son Brasil (campeón olímpico en 2016), Polonia (defensor del título mundial que ganó en su país), Estados Unidos y Francia. Rusia también parece uno de los equipos a tener en cuenta. Los herederos de la escuela soviética se reencontraron con la gloria del pasado al ganar los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y el Europeo del año pasado, aunque el Mundial se les resiste. En el historial mundialista, la Unión Soviética domina con sus seis oros, el último en la edición de Argentina ‘82.

En lo que va de siglo, Brasil es el país que más ha dominado el torneo, encadenando tres oros, en Argentina-2002, Japón-2006 e Italia-2010. El Mundial de voleibol masculino de 2014 fue ganado por Polonia, que era el país anfitrión y que superó a los brasileños en la gran final.

Argentina y República Dominicana empezarán en el Grupo A, con Italia como rival más fuerte, mientras que Brasil, en el B, tendrá a Francia como una de las amenazas. En el D estarán los otros dos equipos latinoamericanos, Cuba y Puerto Rico. Polonia y Bulgaria son los favoritos en esa llave.

Las zonas de la primera fase son las siguientes: Grupo A: Argentina, Bélgica, Eslovenia, Italia, Japón, República Dominicana. Grupo B: Brasil, Canadá, China, Egipto, Francia, Holanda. Grupo C: Australia, Camerún, Rusia, Serbia, Túnez, Estados Unidos. Grupo D: Bulgaria, Cuba, Finlandia, Irán, Polonia, Puerto Rico.