A cinco días del comienzo del último bluff con excavadoras en busca de supuestas fortunas enterradas en campos de la Patagonia, la ministra Patricia Bullrich admitió ayer el nuevo fracaso y sugirió que el gobierno de Cambiemos podría replantearse esa estrategia, que incluye la difusión de rumores y fotos por el aparato de noticias paraestatal. “Estamos pensando en evaluar con mucha seriedad cada una de las llamadas” de los supuestos denunciantes, declaró la funcionaria, admitiendo a su manera la seriedad con que se evalúan actualmente. Por otro lado, Bullrich criticó al humorista Dady Brieva por expresar públicamente su deseo de que el gobierno de Mauricio Macri termine su mandato “para que no compremos más espejitos de colores”. “Desean que al Gobierno no le vaya bien”, fue la interpretación de la ministra.

Bullrich declaró su temor de “que la gente haya llamado para no encontrar nada” en la estancia del empresario Lázaro Báez en Santa Cruz, donde el juez ordenó excavaciones en búsqueda de dinero enterrado. “Estamos terminando el operativo en el sur y no hemos encontrado nada”, admitió la ministra de Seguridad. “También estamos analizando las llamadas y tenemos miedo que la gente haya llamado para que no encontremos nada”, sostuvo, dando a entender que el operativo se ordenó sin pruebas ni indicios sólidos, sino meros llamados. 

Pese al fiasco, la ministra dijo que continúan las excavaciones en ese lugar a cargo de efectivos de fuerzas federales. “Estamos pensando en evaluar con mucha seriedad cada una de las llamadas para que no nos estén mandando a lugares que no tenemos que ir. Por ahí está pasando eso”, sugirió.

Ayer se cumplió el quinto día de búsqueda en la estancia “Cruz Aike” sin hallar alguna pista o detalle que permita encontrar el presunto dinero recaudado de coimas que investiga Bonadio, en la causa de la fotocopias de los cuadernos con anotaciones que se adjudicó el suboficial retirado Oscar Centeno, ex chofer de un funcionario del ex ministro Julio De Vido. El procedimiento surgió a partir de un llamado al número telefónico que habilitó el Ministerio de Seguridad para recibir denuncias sobre posibles destinos del dinero que figura en los apuntes, pero del que no hay pruebas materiales.

En tanto, Bullrich apuntó al humorista Brieva, por manifestar que deseaba que el gobierno de Cambiemos “se quede hasta el final” de su mandato. “Quiero que la pasemos mal para que no compremos más espejitos de colores”, razonó el integrante del trío Midachi. La ministra estimó que hay “segundas intenciones en muchas personas que buscan generar incertidumbre y caos” y en ese marco apuntó al actor: “Hay quienes desean que al Gobierno no le vaya bien, que no le vaya bien a la gente, como la otra vez dijo Dady Brieva”, lanzó.

Bullrich negó que la Argentina viva un clima de estallido social y remarcó que “algunos grupos quisieron mostrar un efecto contagio pero se pudo llegar anticipadamente a todos lados con el equipo” (sic). “En esto participamos todos: el Gobierno, los ministros de Seguridad de todo el país y todos los gobernadores oficialistas, como así también los que no lo son. Pudimos parar la bola de nieve que armó un grupo chico, conformado por delincuentes, personas con antecedentes, gente que quería aprovecharse de esta situación. Y atrás de ellos había algunos más organizados a los que está investigando la Justicia”, dijo. La funcionaria volvió a criminalizar la protesta social. “No se pueden hacer cortes todos los días”, dijo, y agregó que en las distintas manifestaciones hay gente “usando morteros”. “Estos grupos ponen a las mujeres enfrente de la policía y los hombres morteros van atrás. Estos hombres podrían ser más valientes, ¿no?”, chicaneó.