Para los doce integrantes del jurado de Campana, Oyarzún no fue culpable de la muerte del asaltante que entró a robar a su local hace exactamente dos años. “Quiero ir a trabajar para volver a tener mi carnicería, es mi sueño”, aseguró el comerciante al salir del tribunal. “Nunca fui un justiciero, siempre fui un laburador”, agregó el acusado de haber atropellado con su auto, el 13 de septiembre de 2016, a Brian González. "Quiero seguir criando a mi hija” celebró el acusado, quien agradeció a su abogado y afirmó que “se hizo justicia” y que nunca había dudado del resultado” al que llegarían los jurados.
Aquel 13 de septiembre González robó de la carnicería de Oyarzún 5 mil pesos y escapó en una moto junto con su cómplice. Oyarzún los persiguió y atropelló a González, quien quedó bajo las ruedas de su auto, mientras su compañero escapaba. Oyarzún quedó detenido acusado de homicidio simple. "No quise matarlo, nada más quería recuperar la plata que me robaron", se justificó, al tiempo que afirmó que le habían fallado los frenos.
Mientras la Fiscalía sostuvo que el carnicero había actuado en exceso de legítima defensa, la querella planteó que se trató de un homicidio simple y la defensa alegó legítima defensa. El juicio oral tuvo tres audiencias y el jurado tardó un día en llegar a la decisión que dejjó libre de culpa y cargo al acusado.
