El presidente estadounidense, Donald Trump, ratificó su respaldo a su candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh. El juez está acusado de atacar sexualmente a una mujer en la década de 1980. “Es muy difícil para mí imaginar que algo así podría haber pasado”, dijo el mandatario, quien, sin embargo dijo que la mujer que acusó al juez, Christine Blasey Ford, debía ser escuchada de todos modos. Por ello, el magnate neoyorquino afirmó que quería que Ford testifique detalladamente. “Si ella aparece y realiza una  exposición creíble, sería muy interesante y tendremos que tomar una decisión”, dijo ayer Trump antes de partir de Washington para observar los daños causados por el huracán “Florence” en Carolina del Norte. “Quiero verla”, añadió. 

Ford insiste, por su parte, en que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) indague sus acusaciones antes de tener que testificar durante una audiencia del Comité Judicial del Senado, programada para el lunes. Tanto la mujer como Kavanaugh deben comparecer ese día para brindar su testimonio. Los abogados de Ford argumentaron que una pesquisa le permitiría al comité del Senado estar plenamente informado antes de votar sobre el candidato a un puesto vitalicio. “Una investigación completa por parte de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley garantizará que los hechos y testigos cruciales en este asunto se evalúen de manera no partidista, y que la comisión esté completamente informada antes de realizar cualquier audiencia o tomar cualquier decisión”, indicaron los abogados de Ford en una carta divulgada el martes. 

Los senadores demócratas respaldan esta idea. Pero el presidente rechazó el pedido de una pesquisa del FBI al señalar que éste ya había investigado seis veces a Kavanaugh en el pasado para distintos puestos federales. “Es asunto del Senado investigarlo”, acotó Trump. “Ya le han dado mucho tiempo a este proceso y continúan haciéndolo”, agregó. El mandatario, además, enalteció a su nominado diciendo que era un hombre extraordinario con un historial intachable y que la situación por la que estaba pasando era injusta, según informó el diario estadounidense The Washington Post. 

El presidente del Comité Judicial del Senado, el republicano Charles Grassley aseguró que estaba intentando ponerse en contacto con Ford ayer para asegurarle que podría testificar de manera pública o privada. “En este momento estoy enfocado en hacer todo lo que pueda para que la doctora Ford se sienta cómoda para testificar ante nuestro comité”, dijo el senador. Grassley dijo que incluso estaba dispuesto a mandar al personal del comité para hablar con Ford en California, quien se desempeña como profesora de psicología en la Universidad de Palo Alto. 

Poco antes de que el Senado decida sobre el nombramiento de Kavanaugh, salieron a la luz las graves acusaciones. La profesora de California afirma que el ahora juez intentó violarla tras una fiesta cuando ambos eran estudiantes a principios de los años 80. Según contó Ford, mientras un amigo miraba, Kavanaugh la sujetó contra la cama, la tocó por encima de la ropa mientras torpemente intentaba sacarle la malla y la ropa que llevaba encima. Cuando trató de gritar, le tapó la boca con la mano, relató la investigadora en psicología, de 51 años. El magistrado rechaza enérgicamente estas versiones.

Según los abogados de Ford, ella ha sido objeto de hostigamientos viles e incluso amenazas de muerte desde que su nombre se hizo público el domingo pasado. “Su familia se vio obligada a abandonar su casa y su cuenta de correo electrónico fue pirateada”, afirmaron en el comunicado del martes. Lo que está en juego  no es menor: el nombramiento de por vida del juez conservador dejaría en minoría por años a jueces progresistas o moderados en la Corte Suprema, que arbitra temas sociales clave como la legalidad del aborto.