Que Cristiano Ronaldo y Lionel Messi son los mejores futbolistas de la última década es poco discutible, pero también es cierto que su aura de grandeza quedó difuminada el lunes por su plantón a la gala de la FIFA.

El portugués y el argentino, que se llevaron sin excepción todos los premios individuales desde 2008, adujeron motivos de agenda y familiares, respectivamente, para no acudir a Londres a la entrega de los galardones.

Por primera vez en mucho tiempo, el favorito no era ninguno de ellos, sino Luka Modric. El croata cumplió con los pronósticos y se llevó el premio The Best que lo consagra como mejor futbolista de la última temporada. “Cada uno tiene sus motivos, yo no me voy a pronunciar sobre por qué algunos no han venido”, indicó Modric. “Claro que me hubiera gustado que estuvieran aquí”.

Muchas voces enormemente respetadas en el mundo del fútbol creen que Cristiano Ronaldo y Messi deberían haber viajado a la capital británica a pesar de que esta vez no fueran ellos los protagonistas. “Es un premio importante cuando lo ganan y cuando no lo ganan”, señaló el italiano Paolo Maldini a la televisión Mega. “Cuando se pierde hay que tener señorío”, apuntó el croata Davor Suker a TVE. 

En términos más duros todavía se expresó el técnico italiano Fabio Capello: “Para mí es una falta de respeto, por los jugadores, por los periodistas y por toda la gente de fútbol. Hay que estar presente”. 

“Es posible que ya ganaron demasiado y no les gusta perder. Pero hay que ser bueno cuando se gana y también cuando se pierde”, explicó Capello a TVE.

Las críticas se multiplicaron ayer en los medios de comunicación. En Croacia y también en Italia, el nuevo país de adopción de Cristiano Ronaldo tras el fichaje del luso por la Juventus de Turín. “Hay ausencias que pesan más que mil asistencias”, escribió el diario La Stampa, mientras que La Repubblica señaló: “CR7 ve cómo sumarca se vuelve más vulnerable fuera de la burbuja protectora del Real Madrid. Quizás supiera que no iba ganar o quizás fue sólo intuición: no vino a Londres porque no soportaba la idea de ser sólo el fondo de pantalla”.

Y es que nadie se ha creído los problemas de agenda o los motivos familiares de Cristiano Ronaldo y Messi. Cuando ellos eran los favoritos nunca faltaron a una gala. El luso se perdió la gala de enero de 2012, cuando estaba claro que Messi iba ganar, mientras que el argentino dio el plantón a la FIFA en 2016. También era un secreto a voces que el ganador iba a ser Cristiano Ronaldo. 

“El ego de Cristiano es más grande que su clase futbolística. El siempre quiere decir: ‘No hay nadie mejor que yo’. Pues sí, hay uno. Hay un chico de Zadar que le ha superado este año”, escribió ayer el diario croata Sportske Novosti. “Cuando Cristiano no es el mejor, no viene a la entrega de premios. No está dispuesto a respaldar a otro y mucho menos a felicitarlo”, añadió. “Su vanidad fue eclipsada por el triunfo de un maestro croata. ¿Por qué no asistió a la gala?”

Otro periódico croata, el 24Sata, cree tener la respuesta adecuada a esa pregunta: “No fue porque no puede soportar irse con las manos vacías”.

Cristiano Ronaldo estaba nominado a varios premios: al The Best, al mejor gol y al mejor once. Messi, por su parte, aspiraba también al galardón de mejor tanto y a formar parte de la alineación ideal. 

Cuando se presentó el mejor once, estaban todos salvo Cristiano Ronaldo y Messi, lo que llevó al presentador de la gala, el actor Idris Elba, a lanzar un dardo hacia los ausentes: “Estos dos premios que sobran aquí son para dos tipos que no conocemos”.