La observación de un operador tradicional de la plaza pareció mas elocuente que cualquier análisis: “el peso no flota, se está hundiendo”. El régimen de flotación libre entre el dólar y la moneda nacional dejó ayer, en su segunda jornada desde los anuncios del flamante presidente del Banco Central, un nuevo salto en la paridad cambiaria de 1,35 pesos, promediando un valor récord de 41,88 pesos en las pizarras bancarias. De este modo, en tan sólo dos días, el aumento del precio del dólar trepó un 6,2 por ciento. En el mercado mayorista, que será tomado como referencia a partir del lunes para las intervenciones del Banco Central, se registró ayer una suba de 1,55 pesos para alcanzar un valor también récord de 41,25 pesos por dólar. Pese a la política de no intervención del Central, las reservas cayeron 564 millones de dólares, finalizando en 48.992 millones de dólares.  

 El Banco Central empezó a cumplir anticipadamente con la pauta de “no intervención” en el mercado mientras la cotización del dólar se mueva en la banda prefijada: entre 34 y 44 pesos. Ni jueves ni viernes buscó ponerle techo, lo que supone un cambio sustancial con respecto a la política que en las últimas semanas implementaba Luis Caputo al frente de la autoridad monetaria. Su sucesor, Guido Sandleris, intenta demostrar su devoción absoluta al régimen de libre flotación asumiendo a rajatablas las restricciones que le impondrá el acuerdo con el FMI para cumplir con el objetivo de control monetario. Por ahora, los grandes operadores del mercado parecieran no creerle y siguen apostando contra el peso. En cambio, la autoridad monetaria buscó incidir sobre los precios desde el mercado de futuros, apuntando a descomprimir la presión compradora al contado, aparentemente sin demasiado éxito. 

 La demanda en el mercado mayorista no fue puramente especulativa. También se reportó que hubo muchas operaciones de pago de obligaciones al exterior y compras para cerrar posiciones en dólares al cierre del mes. El dólar mayorista arrancó la jornada en el MULC en una cotización de 40,50 pesos en las primeras operaciones (80 centavos por encima del precio de 39,70 del cierre del jueves); pero empezó a ascender y nunca volvió al valor original, que quedó como la cotización más baja de la jornada. Según fuentes privadas, el Banco Nación habría vendido 50 millones de dólares durante la jornada, sin lograr contener la tendencia alcista. Curiosamente, el banco oficial terminó la jornada con una cotización al público superior al promedio de las entidades: 42,10 pesos, 1,50 pesos arriba del valor de cierre del jueves.

 La conducción del Banco Central apuesta a que, a partir del lunes, desaparezca la presión compradora por el cierre del mes y las tasas del 65 por ciento tienten a los inversores a pasar lentamente sus carteras a pesos, si la expectativa de que, alcanzado el actual nivel, el dólar ya no seguirá trepando a tasas mayores al 5 por ciento mensual.  

 La aceleración de la valorización del dólar se vio reflejada en las comparaciones tradicionales de fin de mes. En el mes de septiembre, el dólar al público acumuló un aumento del 11,9 por ciento, del cual el 6,2 por ciento corresponde sólo a los últimos dos días. En lo que va del año (con respecto a la última cotización de diciembre de 2017), la suba asciende al 121 por ciento.  

 El Banco Central no realizó operaciones de mercado abierto, como queda dicho. Y así lo ratificó en un comunicado por el cual informó, además, que las reservas internacionales finalizaron la jornada en 48.992 millones de dólares, 564 millones menos que en la jornada anterior. Parte del saldo negativo se explica por pagos a organismos internacionales (80 millones de dólares) y por cancelación de intereses de títulos públicos Par (en dólares, yenes y euros) por un equivalente a 153 millones de dólares.