El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó hoy en Washington su Informe de Perspectivas de la Economía Mundial, el panorama que el organismo actualiza dos veces al año. Allí advirtió sobre "una menor expectativa de recuperación a corto plazo" para la Argentina, debido a que se registró un crecimiento menor al esperado durante el segundo semestre del 2016.

En términos globales, el FMI mantuvo en 3,4 y 3,6 por ciento la expectativa de crecimiento global para 2017 y 2018, pero en las perspectivas por regiones hizo revisiones al alza para las economías avanzadas y a la baja para las emergentes.

El organismo proyectó que las economías avanzadas crecerán 1,9 y 2 por ciento en 2017 y 2018, respectivamente, lo que equivale a una diferencia de 0,1 y 0,2 puntos porcentuales más que en la proyección anterior. Para América Latina y Caribe bajó en 0,4 puntos porcentuales la proyección para 2017 hasta 1,2 por ciento y mantuvo la expectativa para 2018 en 2,1 por ciento.

"En América Latina, la revisión a la baja del crecimiento refleja en gran medida una menor expectativa de recuperación a corto plazo en Argentina y Brasil tras cifras de crecimiento que defraudaron las expectativas en torno al segundo semestre de 2016, condiciones financieras más restrictivas y vientos en contra más fuertes para México debido a la incertidumbre relacionada con Estados Unidos, así como el deterioro ininterrumpido de la situación en Venezuela", sostiene el Fondo.

El informe no actualizó proyecciones sobre la economía argentina, luego de las realizadas en septiembre del año pasado por el FMI cuando tras diez años volvió a auditar las cuentas del país. Entonces el organismo proyectó que la actividad económica subirá 2,7 por ciento en 2017 tras caer 1,8 por cient en 2016. En ese documento el Fondo había avalado el ajuste del gobierno de Mauricio Macri al considerar que se puso en marcha “una transición ambiciosa y muy necesaria hacia un marco de política económica mejor”.

Sobre la inminente asunción de Donald Trump en Estados Unidos, el FMI advirtió que “existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales".

El organismo multilateral de crédito "prevé cierto estímulo fiscal a corto plazo y una normalización menos gradual de la política monetaria", lo que significaría un rápido incremento de las políticas proteccionistas y un incremento de las tasas en Estados Unidos.