Luego de no poder hacerse de la presidencia de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público, la diputada Elisa Carrió anunció que renuncia a volver a intentarlo y, como es su costumbre, acusó al peronismo como responsable de su tropiezo. “Bajo ninguna circunstancia deseo presidir la Comisión, dada la calidad y actitud de los legisladores del PJ que la integran”, indicó con su acostumbrado dejo de soberbia en una nota que le dirigió al presidente de la Cámara baja, Emilio Monzó. La diputada macrista no logró los votos necesarios para presidir esa comisión fruto de la ausencia de todos los diputados y senadores tanto del bloque justicialista como del kirchnerismo y el massismo. “No comparto ni el odio, ni la inquina, ni menos aún los celos, y no deseo formar parte de ello”, dijo y advirtió que ahora tendrá “mayor libertad para seguir investigando fiscales y jueces corruptos sin necesidad de que intervenga la Comisión”.