Miles de personas participaron de la Marcha Federal en Defensa de la Salud Pública. La movilización reunió a más de 300 organizaciones políticas, sindicales y sociales de todo el país. La multitud se concentró frente al ex Ministerio de Salud de la Nación y ocupó todo el ancho de la avenida 9 de Julio. Pasadas las 13, se dirigieron hacia Plaza de Mayo, donde hubo un acto en el que se leyó un documento en repudio a la degradación del ministerio y el ajuste en la salud llevado adelante por el gobierno de Cambiemos. En el interior del país se organizaron movilizaciones similares.

Muchos médicos marcharon con sus guardapolvos blancos, mientras que trabajadores del Hospital Posadas llevaron globos negros para simbolizar los despidos en la institución. Abundaban los carteles en rechazo a medidas del macrismo y algunos manifestantes se pasearon con tijeras amarillas. Incluso el “SAME villero” (la Central de Emergencia de la Corriente Villera Independiente) sacó sus ambulancias y un camión de rescatistas a la calle a modo de protesta.

En el acto, las agrupaciones denunciaron que el Gobierno redujo y subejecutó el presupuesto destinado al área de salud, lo que provocó el vaciamiento y cierre de programas y falta de medicamentos e insumos básicos. Entre estos recortes, se eliminó la dosis de los 11 años contra la meningitis del plan nacional de vacunación. 

Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud de la Nación, dijo a PáginaI12: “El objetivo de esta marcha es alertar sobre la destrucción del sistema de salud porque es muy profunda y va a tener consecuencias a futuro”. Kreplak alertó que hay una gran reducción en el presupuesto en todas las áreas de prevención y promoción de la salud. “Van a reducir 1130 millones de kilos de leche, 25 millones de preservativos y las áreas de prevención como médicos comunitarios va a perder 6 mil trabajadores”, advirtió. Además, debido a la inflación y la devaluación que generaron las políticas económicas de Cambiemos, el ex viceministro afirmó que se comprarán menos vacunas y medicamentos. “El presupuesto que proponen para salud es de absoluta miseria, se necesita el doble de lo que se está planificando”, manifestó.

En la misma línea se expresó María Fernanda Boriotti, secretaria general de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa). “El presupuesto 2019 tiene un 0,8 para salud, una cantidad inferior a la de años anteriores, mientras que se contempla un 15 para el pago de la deuda externa”, informó. La dirigente gremial contó que “el programa para la madre y el niño se recortará en un 50 por ciento respecto a 2018 y el programa nacional de cáncer, si se tiene en cuenta la inflación, tendrá un recorte del 100 por ciento”. “Es realmente criminal, no les importa la población en lo más mínimo”, opinó.

Boriotti denunció que en el interior del país las políticas de salud se han visto perjudicadas porque “Nación ha recortado el envío de medicamentos oncológicos y los programas para tuberculosis y salud sexual y reproductiva”. “Hace bastante tiempo que los pacientes que necesitan medicación oncológica ven retrasada la entrega de medicación y tampoco se mandan las dosis necesarias. Esto repercute negativamente en el tratamiento”, explicó la secretaria general de Fesprosa. También señaló que estos problemas los ven en hospitales de distintas provincias, “incluso en algunas que han tenido que poner más plata para subsanar lo que Nación ha dejado de enviar o ha recortado”.

Por su parte, Marta Márquez, presidenta de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), denunció que la gobernadora María Eugenia Vidal no los volvió a convocar a paritarias. “Tiene a los profesionales de la salud completamente discriminados, somos los que menos aumento salarial unilateral nos dio porque está virtualmente cerrada la paritaria sin nuestro acuerdo”, afirmó. 

Asimismo, la dirigente señaló que los hospitales de la provincia tienen graves problemas de infraestructura. “Todas las semanas tenemos un techo que se cae, un caño que se rompe, una intervención quirúrgica terminada a la luz de los celulares porque los generadores no andan o un paciente y un trabajador que caen por el hueco de un ascensor”, contó a PáginaI12.  

También participaron de la movilización trabajadores de los cinco hospitales que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quiere cerrar y unificar en el Hospital Muñiz. “Así se pierden las especialidades propias de cada hospital”, señaló Liliana Bidegain, trabajadora del Instituto de Rehabilitación Psicofísica (IREP). “Con este proyecto quedaría desdibujado el perfil del hospital y la atención integral que brinda cada institución como hospital monovalente”, agregó. 

Hugo Godoy, secretario general de ATE, destacó la importancia de la multitudinaria movilización. “No vamos a permitir este ajuste en la salud y vamos a movilizarnos cuando intenten aprobar el presupuesto del Fondo Monetario Internacional”, aseguró.

Informe: Ludmila Ferrer.