Desde Medellín

El anuncio del Premio fue el broche de la segunda jornada del Festival, que volvió a desarrollarse ante auditorios llenos y entusiastas: en más de una ocasión, el personal de organización tuvo que trabajar duro para que los paneles no se extendieran más allá de lo pactado, sobre todo por el espíritu de participación de un público en el que abundan los profesionales pero también muchos estudiantes de periodismo con ganas de participar y preguntar. 

Uno de los encuentros que nadie se quería perder era El continente cautivo: periodismo contra la corrupción y la captura política en América Latina, con la participación del argentino Hugo Alconada Mon, el mexicano Daniel Moreno y la chilena Mónica González, moderados por la periodista colombiana Dora Montero. Afortunadamente para un ambiente en el que a veces se recargan todas las tintas en los "populismos" sin detenerse demasiado en las múltiples formas de corrupción y saqueo de los gobiernos de derecha, la conversación destacó la necesidad de dejar de enfocar únicamente a los políticos y dar cuenta de un sistema estructural que no reconoce ideologías y en el que empresarios, funcionarios judiciales, policías e incluso periodistas colaboran en los casos de corrupción que ocupan titulares... y no tanto.

Si ese fue el panel con mayor contenido político del día, el Salón Restrepo del Botánico fue ámbito para dos charlas rupturistas, que plantearon nuevos escenarios para el periodismo en estos tiempos. Una fue Periodismo performático: la palabra ya no tiene el poder, en la que Sebastián Hacher y Sol García Dinerstein (de Anfibia) hablaron del proyecto que cruza periodismo y performance artística, y cuyos resultados comenzarán a verse desde comienzos de noviembre en diferentes espacios de Buenos Aires. Pero sin dudas el encuentro más disfrutable fue Crear en la era de la distracción, protagonizada por el mexicano Eduardo Salles, fundador de Pictoline, un sitio que realiza notables piezas gráfico—periodísticas. En una presentación que combinó datos duros, referencias a la evolución –o no— de los medios tradicionales y las maneras de comunicar con momentos francamente hilarantes, Salles mostró habilidades de stand up sin perder nunca de vista el foco periodístico. El ilustrador había participado en un panel realizado en la mañana en el Orquideorama, El misterio de las audiencias: más allá del engagement, junto a la chilena Carolina Robino, el español Antonio J. Rodríguez, el brasileño Pedro Burgos y la colombiana Margarita Barrero, moderados por Alejandra Cruz, directora del Taller Nuevo Periodismo de la FNPI. Sus intervenciones destacadas y el ya ganado prestigio de Pictoline hicieron que por la tarde la sala quedara abarrotada y quedara mucha gente afuera.