La diputada Elisa Carrió tensionó más su relación con el gobierno nacional al cuestionar la salida de tres funcionarios de la AFIP a los que calificó como "héroes". Se trata de su asesor Carlos Bo, del ex jefe de la Dirección General Impositiva (DGI), Horacio Castagnola; y de Jaime Mecikovsky, a quienes fueron apartados luego del contrapunto que la líder de la Coalición Cívica mantuvo con el ministro de Justicia, Germán Garavano. El órgano recaudador salió despegarse de la interna oficialista a través de un comunicado en el que aseguró que esos cambios "no obedecen a ningún condicionamiento político" y "no frenan ninguna investigación en marcha".

"Sacar a tres héroes de la AFIP por mi apoyo equivale a aliarse con (Ricardo) Echegaray y su gente", disparó la diputada nacional en su cuenta de Twitter, donde aprovechó para apuntar nuevamente contra el ex titular del órgano recaudador durante el gobierno de Cristina Kirchner.

La salida de los tres funcionarios fue anunciada el viernes por su titular, Leandro Cuccioli, a pesar de que Carrió le había pedido “cuidarlos”. Sin embargo, el jefe de los recaudadores designó el reemplazo de Castagnola por Marcelo Costa y eso desató el enojo de la diputada.

Pocas horas después, el organismo emitió un comunicado en el que puntualizó que "los funcionarios ascendidos poseen una larga e intachable trayectoria" y recalcó que sus nombramientos "no obedecen a ningún condicionamiento político, no frenan ninguna investigación en marcha ni tampoco la activa y permanente colaboración de la AFIP con las diversas causas que lleva adelante la Justicia Federal".

"Este organismo no discrimina a los contribuyentes ni los persigue, siendo únicamente la ley y la ética el marco de referencia en la que se actúa", señaló el texto.

Carrió ya le había dado un ultimátum a la alianza oficialista Cambiemos, de la que es fundadora. “La próxima, rompo”, había advertido durante la sesión en que se debatió la legalización del aborto. Esa advertencia sobrevoló la semana pasada, cuando Carrió anunció que avanzará contra el ministro Garavano por haber opinado que “nunca es bueno que un ex presidente sea detenido o se pida su detención”.

Estos dichos fueron leídos por Carrió como una referencia a la senadora Cristina Kirchner. Fue entonces cuando lanzó una carta abierta al Presidente en la que le recordó que "una de las condiciones del acuerdo que construyó Cambiemos fue el fin de la corrupción y la impunidad para siempre" y agregó: "La República está sumamente herida por un sector del Gobierno que por conveniencia política no desean verdad, justicia y condena".