Cuando en 1999 un periodista le preguntó a Jair Bolsonaro si de ser presidente cerraría el Congreso, contestó que sí. “Daría un golpe el mismo día. No funciona y tengo la certeza de que por lo menos el 90 por ciento de la población lo celebraría. El Congreso no sirve para nada”, había dicho el ex capitán en televisión. Bolsonaro siempre gritó a voces su defensa a la dictadura: lo demostró en campaña y lo respalda su archivo. En aquella entrevista también minimizó el accionar militar durante los 21 años de régimen: “No voy a hablar sobre la dictadura militar porque la verdad es que solo desaparecieron 282 (personas), y además solo murieron delincuentes, asaltantes de bancos, secuestradores. Sólo en San Pablo, en un año mueren más de 300”. Es más, proponía continuar con el “trabajo” que no habían realizado los militares. “Discúlpeme, pero a través del voto no se puede cambiar nada en este país. Solo lo vamos a lograr, infelizmente, cuando marchemos a la guerra civil acá adentro y haciendo el trabajo que el régimen militar no hizo, matando a 30 mil”, había sentenciado.