El premio del Banco de Suecia en Memoria de Alfred Nobel -un galardón que no está entre los originales Premios Nobel- fue otorgado a los economistas estadounidenses William Nordhaus y Paul Romer. El primero se desempeña en la Universidad de Yale y fue elegido por sus contribuciones asociadas “al impacto macroeconómico del cambio climático”. El segundo premiado recibió la distinción por sus aportes a las teorías de crecimiento donde la innovación y el cambio tecnológico se explican de forma endógena. 

Hasta finales de enero de 2018, Romer se desempeñó como economista jefe del Banco Mundial. El economista que ha realizado duras críticas a las visiones ortodoxas debió abandonar ese cargo tras reconocer que modificó los datos del ranking de competitividad empresarial de Chile afectando directamente el período presidencial de Michelle Bachelet.

“Quiero disculparme personalmente con Chile, y cualquier otro país donde hayamos transmitido una mala impresión”, expresó el economista a comienzos de año cuando estalló el escándalo que evidenció como el Banco Mundial alteraba siguiendo motivaciones políticas sus metodologías de cálculo. El ranking del país dentro del informe “Doing Business” fluctuó entre 25 y 57 dependiendo de quién estaba al frente del Palacio de la Moneda. Durante los mandatos de Bachelet la posición chilena se deterioraba mientras que mejoraba al momento de asumir el presidente Sebastián Piñera.