La organización de la Cámara de Librerías Independientes de Rosario es una noticia tan buena como necesaria, que surge de las problemáticas y los desafíos compartidos por el sector. La actividad que el rubro conoce es intensa, variada, y sobre las razones de este acuerdo, Pablo Pérez y Martina Mainelli -presidente y secretaria de la Cámara- dialogaron con Rosario/12.

“Hace muchos años se organizó también una cámara, que se intentó sostener, pero por distintos motivos no se pudo continuar. Desde hace un tiempo, fueron surgiendo distintos problemas, algunos impositivos y también otros, más aún en estos momentos, cuando a nivel nacional se maltrata tanto a la cultura. Por eso, está la necesidad de salir juntos, a tratar de defender este espacio, que es muy importante. También porque se dicen muchas cosas que tratan de atacar al rubro, cuando se señala que se trataría solamente de un espacio comercial; en verdad, no hay nada más alejado de la realidad. Justamente, lo que tratamos de visibilizar es que somos espacios culturales, en donde permanentemente estamos tratando de fomentar actividades”, explica Pablo Pérez.

Y agrega: “Más allá de que, obviamente, vivimos de la venta de libros, nos vimos en la necesidad de juntarnos para empezar a visibilizar este espacio y desde la necesidad de reclamar algunas situaciones; por ejemplo, impositivas. En este sentido, hay un impuesto que se llama DReI (Derecho de Registro e Inspección), que existe en la ciudad de Rosario, mientras que en Córdoba y muchas otras provincias no. Está dirigido a la facturación del libro, y es un porcentaje que a nosotros, que tenemos una rentabilidad bastante baja, nos afecta. El libro es un bien que tiene una ley muy importante, que siempre defendimos y defenderemos, y es la que determina el mismo precio del libro para todo el país. Es decir, la editorial pone el precio del libro, y eso define un porcentaje de ganancia. En nuestro caso, como te decía, esa rentabilidad es baja. Por eso, esos pequeños impuestos sueltos podrían no parecen tanto, pero al sumarlos, significan un ataque importante al mantenimiento diario de las librerías”.

Martina Mainelli: -Lo que queremos es diferenciarnos como comercios, porque no somos una venta de ropa o una venta de artículos electrodomésticos. Nosotros ofrecemos un bien cultural, y porque queremos diferenciarnos, surge también toda esta movida. Al mismo tiempo porque tenemos un montón de proyectos, de ideas, para hacer en la ciudad a nivel cultural; y de la única manera que lo podíamos llevar adelante era uniendo nuestras librerías. Algunas son nuevas, muchos venimos de generaciones de libreros y seguimos con esta actividad, y era el momento para juntarnos y ponernos de acuerdo; para presentar ideas, proyectos, y llevarlos a cabo.

-La inminencia de la Feria internacional del Libro permite también una mayor visibilidad.

Pérez: -Era algo que veníamos hablando. La municipalidad, y en este caso la Fundación El Libro, que es quien también se encarga de la feria de Buenos Aires, son quienes están encargados de llevar adelante la feria. Ya nos habían comentado sobre la posibilidad de participar de otra manera desde la organización, pero hacía falta que generáramos este espacio, que era lo que estaba en debate permanente entre nosotros. Era importante lograrlo para poder presentarnos de otra manera en la feria. Obviamente, desde la organización se escucha la opinión que tenemos, pero desde este lugar, ahora será más sencillo para organizarse y participar.

Mainelli: -Desde la Secretaría de Cultura se nos escucha siempre, y a lo largo de todos estos años fuimos emitiendo nuestras opiniones con respecto a la feria. Pero la realidad es que no somos participantes activos de la organización, cuando nuestro rol es fundamental. No solo por la venta de libros y el stand, porque nada es gratis, sino también por el esfuerzo enorme que hacemos las librerías para presentarnos, y por todo el contenido que generamos. En general, todos nosotros llevamos adelante un montón de propuestas culturales, que se desarrollan durante la feria: actividades para infancias, presentaciones de libros, traemos autores de afuera, trabajamos mucho con autores locales. Ésa es la idea, fomentar a editoriales y autores y autoras locales. Por eso, nos parece que deberíamos tener una participación más activa, siempre a partir de las normas que plantea la Fundación El Libro.

Pérez: -Desde la municipalidad nos pedían este tipo de organización, para poder entonces comenzar a trabajar desde otro lugar.

-Por otro lado, la Feria de Rosario me parece que ofrece un atractivo diferencial, ¿no?

Pérez: -A diferencia de la feria de Buenos Aires y tal vez de otras, la de Rosario es con entrada libre y gratuita, y eso genera una presencia importante de gente. Para las últimas ediciones, se les pidió a las librerías y a las editoriales de la ciudad que postularan autores, autoras, y actividades; y como decía Martina, eso es muy importante en este espacio, porque permite visibilizarlos. Entonces, que confluya todo eso, siempre es muy interesante. A partir de la organización que ahora tenemos con la Cámara, se podrá fortalecer ese vínculo y también estos espacios. Es una feria que se hace acá, y a veces es difícil valorizar lo nuestro y lo local, porque lo tenemos cerca y tal vez se pasa por alto.

Mainelli: -El mensaje que también queremos dar, como librerías, es que el público elija lo local, que nos elija, porque no estamos solo en la Feria del Libro, sino a lo largo de todo el año en nuestras librerías, en nuestros espacios, promoviendo las lecturas y este bien cultural que tenemos, con actividades y un montón de cosas que generamos. Eso es lo que queremos transmitir, que elijan lo local, las librerías independientes, tanto en la feria como en la ciudad.

Pérez: -Nos empezamos a reunir también con diputados y concejales desde una misma necesidad: visibilizar y defender un espacio que generalmente es bastante golpeado.

Mainelli: -Y para que nos tomen en cuenta cuando, por ejemplo, surge alguna elaboración de proyectos relacionados a nuestro mundillo; lo que queremos es que nos integren en la toma de decisiones.

A la Cámara de Librerías Independientes de Rosario la conforman 16 librerías: Mandrake Libros, Fantasía Libros, El cuco no existe, Homo Sapiens Libros, Oxímoron Libros, Iniciática Librería, Laborde Libros, Buchin Libros, El Maltés Libros, El juguete rabioso, Puerto Libro, Craz Librería, Mal de Archivo, Oliva Libros, Paradoxa, Librería Técnica.