La intendenta de Rosario Mónica Fein volvió a referirse a la polémica desatada en torno a la organización del clásico que jugarán Central y Newell’s por los cuartos de final de la Copa Argentina y que todavía no tiene confirmaciones oficiales sobre el día, la hora y el estadio en que se disputará. Fein fue consultada por el polémico comunicado que emitió el viernes pasado Copa Argentina, responsabilizando directamente al gobernador Miguel Lifschitz de que el clásico –todavía en teoría- no pueda disputarse en territorio santafesino y con las dos hinchadas. Dijo que es respetuosa de “las decisiones que tome la organización de la Copa”. Por su parte, el presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo, el concejal del PRO Gabriel Chumpitaz aseguró sobre el tema que “no es una cuestión de violencia, sino de políticas de seguridad pública”.

Fein rechazó ayer que la organización de Copa Argentina haya responsabilizado directamente al gobernador Miguel Lifschitz por no poder jugar el clásico en territorio santafesino. Pero agregó: “Yo soy muy respetuosa de las decisiones que tome la organización de la Copa”. Y explicó que “entiendo que hay condiciones y requisitos que definen los organizadores y seguiremos trabajando para el futuro. El sueño de todo rosarino es que se juegue acá”, ratificó.

Por su parte, el concejal del PRO y presidente de la Comisión de Seguridad, difundió un video de una intervención suya en el recinto sobre el tema y señaló que “lo dijimos dos semanas antes: No es una cuestión de violencia, es una cuestión de seguridad pública. Las autoridades no se hacen cargo de esa inseguridad que vive la ciudad de Rosario”.

El edil de Cambiemos había señalado en el recinto que “tenemos el mejor clásico del mundo, por su pasión según señalan periodistas y medios especializados; pero resulta que no lo podemos jugar en ningún estadio de la provincia”. Y agregó que esto no es una cuestión de la violencia, sino que “es una cuestión de seguridad pública que excede totalmente a la violencia”.

Chumpitaz cree que en este tema “las autoridades patearon la pelota afuera” y que “no se hacen cargo del mayor problema que tiene la ciudad de Rosario que es, precisamente, la inseguridad”.

El comunicado de esta semana de Copa Argentina que encendió la polémica señalaba que “por decisión del gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, el clásico rosarino no se jugará en la provincia, ya que no existen garantías para que el encuentro, correspondiente a los cuartos de final de la Copa Argentina, se dispute con ambas parcialidades. Luego de varias reuniones entre la organización del certamen y los organismos de seguridad, se comunicó desde la gobernación de Santa Fe que desisten de realizar Newell's-Rosario Central en la provincia. En los próximos días, la Asociación del Fútbol Argentino, junto con la organización de la copa, informará cuándo, dónde y de qué manera se disputará el encuentro", destacó el comunicado.