En la Argentina, las fundaciones y ONG que trabajan en educación están integradas por grandes empresas industriales y de servicios, bancos, emprendedores de renombre, referentes del tema educativo y comunicadores. “Mediante sus acciones, buscan orientar la educación hacia el mercado, tomando como referencia la calidad educativa medida en pruebas estandarizadas, como es el caso de las PISA, promover los valores del mercado y ampliar los negocios de las empresas en el campo de la educación, que es visto como ámbito de negocios con un gran potencial de rentabilidad”, señalan los investigadores del Instituto Marina Vilte, de la Ctera, en La privatización educativa en Argentina. Algunos ejemplos:

  • Fundación Varkey: trabaja en Argentina desde octubre de 2016. Está a cargo del programa “Leadership & Innovation”, una capacitación intensiva de seis semanas para miembros del equipo de conducción de las escuelas. En 2017 se dictó en las provincias de Jujuy, Mendoza, Salta y Corrientes. Los convenio con estas provincias, presentados como “de cooperación”, son en realidad contratos por 5,4 millones de dólares cada uno. Con la provincia de Buenos Aires la fundación firmó por un monto menor (2,016 millones de dólares), por una capacitación más corta y con un tope en la cantidad de docentes. “Es evidente que los convenios fueron un mecanismo sui generis para contratar un servicio eludiendo una licitación”, apuntan los autores.
  • Enseñá por Argentina: tiene un programa de formación de profesionales “en liderazgo social y educativo”, que entró al país en 2009 y es dictado en CABA, Conurbano, Córdoba y Salta. Los profesionales se desempeñan como educadores en escuelas de zonas vulnerables, bajo la figura del codocente, luego de recibir una breve capacitación de apenas un par de meses. Son socios corporativos de Enseñá por Argentina: Ledesma, Swift, Direct TV, Banco de Galicia, Johnson & Johnson, Grupo Renault, entre otros. 
  • Observatorio “Argentinos por la Educación”: presentado públicamente en mayo de 2017, su primera acción fue la firma de un convenio con el Ministerio Educación de la Nación para “analizar múltiples indicadores del sistema educativo”, así como su evolución en el tiempo, y difundirlos a través de la web. Al mismo tiempo, el organismo del Estado encargado de este tipo de análisis, la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece) fue vaciada y rebajada a dirección simple. 
  • Fundación Cimientos: en abril de 2017 firmó un convenio con el Ministerio de Educación de la Nación por 5 millones de pesos, para la formación de tutores para los colegios secundarios. “Este tipo de convenios da cuenta de cómo se revierte la política desarrollada en los gobiernos anteriores, cuando se dio un lugar central a las universidades públicas y a los sindicatos en la formación docente.