• Números. Como con cada acto, lo que se debate con posterioridad es la cantidad de asistentes. La zona destinada del hipódromo para los participantes fue importante e incluía las tres tribunas del predio. Uno de los presentadores dijo a voz en cuello que estaban presentes 100 mil almas. Luego, con el encuentro finalizado, uno de la organización se sinceró a medias y dijo en voz baja que en realidad eran 80 mil. Algunos descreídos hablaban de 40 o 50 mil. Difícil precisarlo. En rigor fue mucha gente, una multitud, pero lo único que nadie discutió fue que el termómetro marcó 38 grados con un sol impiadoso. El locutor también se refirió a eso y lo infló un poquito cuando dijo que había más de 40 grados.
  • Aviones. La mayoría no se enteró, pero el acto incluía el paso de aviones por encima de la multitud. Según confesó gente de la organización, estaba planeado que dos aeronaves iban a cruzar por arriba del acto llevando banderas argentinas y un tercer avión iba a descargar una lluvia de papelitos. Sin embargo, los aviones no pasaron y nadie supo decir cuál fue la razón del faltazo de las aeronaves.
  • Fideos. Sergio Massa fue uno de los invitados especiales al acto que organizó Manzur. El líder del Frente Renovador llegó a Tucumán junto al senador Miguel Angel Pichetto y compartieron con el gobernador la visita a una fábrica de fideos, como una forma de mostrar cuál es el modelo productivo al que aspiran, uno que vaya más allá de la producción primaria. Todo salió muy bien pero la gente de prensa de Massa dio cuenta de la actividad de acuerdo al estilo de su conductor político: escribieron que  Massa estuvo “acompañado” por el gobernador tucumano.
  • Interna. En el palco no estuvo el hasta no hace mucho socio político de Manzur, el actual senador José Alperovich. Eso no significó que el ex mandatario se haya olvidado del 17 de Octubre. En su cuenta de Twitter escribió que “todos los días son de lealtad para quienes defienden su trabajo y el bienestar de su familia. Mi lealtad está con ellos y ellas, que se enfrentan a la crisis y no bajan los brazos”. Agregó que “por eso estuve en Simoca junto a la familia Gómez, a quienes, junto al Pulga Rodríguez (el máximo goleador de Atlético Tucumán), mejoramos su calidad de vida”.