Un año atrás las autoridades del Banco Central anunciaban la meta de inflación para 2018: 10 por ciento, con un rango de más o menos dos puntos. Es decir, los funcionarios creían posible que este año los precios subieran apenas el 8 por ciento. Aquella pauta presentada por el desplazado presidente del BCRA Federico Sturzenegger no llegó a debutar ya que fue incrementada a fines de diciembre hasta el 15 por ciento, lo que tampoco se cumplió. Las proyecciones conservadoras a esta altura se sitúan en 44 por ciento. Sturzenegger y su tuitero número dos, Lucas Llach, se fueron sin cumplir con la esquiva “desinflación”.