Un grupo de estudiantes del Carlos Pellegrini fueron agredidos por personal de seguridad de un famoso boliche por entrar a una fiesta de egresados con el pañuelo verde de la Campaña Nacional por el Derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Según denunciaron, las chicas que tenían el pañuelo verde, todas menores de edad, fueron agredidas verbal y físicamente, encerradas en el cuarto de enfermería y amenazadas de muerte. El episodio, ocurrió la semana pasada en Mandarine Park, bautizado también como “El Templo”, ubicado en Punta Carrasco.  

“El grupo de seguridad del boliche torturó a un grupo de pibes que estaba disfrutando una fiesta y bailando. Les molestó mucho que dos pibas se besen, como si no hubiese una ley de matrimonio igualitario, y también que tuvieran el pañuelo verde, que parece que es un arma de fuego muy peligrosa para portar en un lugar así”, denunció públicamente Ofelia Fernández, expresidenta del Centro de Estudiantes del Pellegrini, que luego de su exposición en el debate por el aborto legal se convirtió en una referente del movimiento feminista.

Según contaron las estudiantes, el accionar de los patovicas no se redujo al amedrentamiento. También hubo golpes, privación ilegítima de libertad, retención de documentos y amenazas de muerte. “Retuvieron a un grupo de pibas en un cuarto sin motivo alguno, les negaron todo tipo de comunicación con el exterior y entre ellas. Los policías estaban totalmente pasados de merca, tiraban los documentos al piso. A una piba la golpearon y la amenazaron de muerte, todo mientras sostenían ideológicamente la tortura diciendo que querían que volviera la dictadura”, continuó el relato de Ofelia, que calificó el episodio como un “abuso de poder arbitrario y horroroso”.

La política contra el pañuelo verde en Mandarine Park no es nueva. En Twitter, algunos jóvenes contaron que el personal de seguridad se los quita en la entrada. “Mandarine no deja a las pibas entrar con el pañuelo... Por qué le seguimos dando de comer a estos lugares?”, escribió un usuario. “En la fila de hombres de Mandarine los patovas te sacan el pañuelo!! Son unos forros, los odio”, compartió Valen, en la misma red social.

Los mensajes de audio que narran el horror vivido en el boliche circularon rápidamente después de la fiesta. Muchas chicas se enteraron de lo que les había ocurrido a sus compañeras mientras estaban en el Encuentro Nacional de Mujeres, en Trelew, junto a más de 50 mil mujeres, participando por primera vez de uno de los acontecimientos más importantes del movimiento de mujeres en Argentina. A la distancia, en los micros de vuelta, compartieron la indignación y bronca de ser atacadas por pensar o lucir diferente o simplemente por llevar el pañuelo verde.

“Desde Trelew nos enteramos de que el patriarcado y su violencia habían estado más presentes que nunca en El Templo”, denunciaron en un comunicado desde el colectivo Mujeres y Disidencias del Colegio Nacional Buenos Aires. En el escrito enumeraron también las agresiones que sufrieron dos de sus compañeras: “Retención de nuestros pañuelos verdes, discriminación por distinta apariencia, homofobia, invasión de la privacidad, privación ilegítima de la libertad y como corresponde a todos los buenos machos, un par de golpes acompañado del deseo de asesinarnos”.

En el micro de vuelta, decidieron boicotear las fiestas en Mandarine Park y no ir a las que ya estaban programadas para el 17 y 31 de octubre y 4 de noviembre, todas de egresados del Nacional Buenos Aires. “La misoginia, la homofobia, el maltrato, la humillación, el abuso de la autoridad y los golpeadores ¿Son nuestro templo?”, se cuestionaron desde el colectivo de estudiantes que llamaron a “un gran escrache público para denunciar la violencia, la homofobia y la discriminación” del boliche.