El crimen de Sheila Ayala, la nena de diez años que desapareció el 14 de octubre en San Miguel y ayer fue hallada muerta, se produjo como consecuencia de “asfixia por estrangulamiento a lazo”, según los resultados preliminares de la autopsia. No se encontraron lesiones que comprueben una agresión sexual, principal hipótesis que manejaban los investigadores como móvil del homicidio.

El cuerpo de la nena tenía un surco de tres centímetros de ancho en el cuello. A nivel interno, se hallaron lesiones que “se condicen con mecanismo de compresión de cuello". Además, tenía colapsados los pulmones. No había otras lesiones en el cuerpo y todo apunta a que se usó una sábana para asesinarla.

Por el caso fueron detenidos Leonora Ayala y Fabián González, los tíos paternos de la menor. El domingo pasado se la vio jugando en la puerta de su casa ubicada en el barrio Trujui de San Miguel. El cuerpo apareció dentro de una bolsa de basura entre dos medianeras, una de las cuales linda con la casa de los tíos.  

Hasta el momento de conocerse el resultado de la autopsia, el fiscal Gustavo Carracedo sostenía la hipótesis de un abuso sexual intrafamiliar. Pese al resultado negativo respecto de la autopsia, no se descarta que el ahorcamiento haya sido con fines de abuso y que el criminal no haya llegado a consumar la violación.

"Tomamos alcohol y drogas y no sabemos qué pasó", habría sido la confesión de la tía de Sheila ante la Policía. Ella y su pareja ya habrían reconocido la autoría del hecho. Después de la desaparición, y antes de encontrarse el cuerpo, Leonela Ayala había acusado a la familia materna por lo ocurrido y de haber amenazado a su hermano, padre de la menor.